El niño ve lo que somos a través de lo que queremos ser; de ahí viene su reputación de fisonomista.
Desconozco si Dios existe, pero sería mejor para su reputación que no existiera.
Todo el mundo quiere estar cerca de Michael. Cada celebridad quiere conocer a Michael. Él es el rey del pop por una razón. Es un misterio.
Mi objetivo sería más que el convertirme en un famoso crítico o en una celebridad literaria, el ser una autoridad moral.
Nos vamos con la esperanza de que ninguno se deje llevar por los fanatismos religiosos, políticos o sexuales: los primeros por no llevar a nada, los segundos porque el objeto de deseo suele ser un idiota de renombre y los últimos por las continuas frustraciones.
A laurel ni a renombre aspiraremos, recompensa sin precio ni mudanza serán para nosotros ignorar el temor, deparar al hombre, y a nuestro corazón, la libertad.
El prestigio es el máximo dirigente del mundo. Dirige todos los gobiernos.
Ramón ya estaba perdido para la causa de la renovación desde un orden y sorprendía que militares de prestigio como Queipo de Llano secundaran sus veleidades republicanas, a sus años, con la misma ligereza que utilizaría para hacerse filocomunista un 'señorito aviador' como Hidalgo de Cisneros.
Los antiguos cultivaban su nobleza celeste y la nobleza terrestre les venía por añadidura. Los hombres de hoy cultivan su nobleza celeste para que se les dé la terrestre y, conseguida ésta, se olvidan de aquélla. Su desengaño es grande porque al final también perderán su nobleza terrestre.
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas. Quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
Para mí nunca ha habido un mayor fuente terrestre de honor o distinción que la relacionada con los avances de la ciencia
Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. 12 Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.
El galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay otro premio digno.
La violencia del Estado totalitario es tan grande que deja de ser un medio para convertirse en un objeto de culto místico, de exaltación religiosa.
Al hombre justo y tenaz en sus propósitos no le moverán de su firme voluntad ni la exaltación de los malos deseos de la multitud, ni el fiero rostro de un tirano amenazador
El color no tiene fin. Cada color expresa un momento, una emoción y como yo quiero rendir homenaje a los colores aún después de muerto, pinté yo mismo mi ataúd con los colores argentinos por dentro, y por fuera con los siete del arco iris.
Yo creo que el mejor homenaje que uno puede hacer a las historias que lo impactaron y emocionaron es inventar historias nuevas.
Ya hemos visto que el estilo Renacimiento es una arquitectura de gusto que no busca ninguna lógica, consistencia y justificación aparte de proporcionar placer.
Lo más importante de mi vida lo aprendí entonces, porque no comencé tocando por una cuestión comercial, para aparentar tal vez, sino por el gusto de hacerlo
Solo será justo nuestro orden social cuando se logre que los recursos humanos, unidos al avance técnico del país, permitan asegurar al hombre argentino la satisfacción de sus necesidades físicas y espirituales.
Escribo siempre que puedo, con náuseas al comenzar y satisfacción al concluir
Dicha y perfume de mi vida, de mi vida en que evité todo Goce de amores rutinarios.
Hubieras temido ver tu cuerpo sangrante en el éxtasis de aquella ceremonia, el proferimiento de cuyo nombre tan sólo hubiera bastado para hacerte morir de un Goce irresistible, de un Goce que hubiera trascendido todas las posibilidades de tu cuerpo y que te hubiera aniquilado con un ruido de olas...
Ya que su serenísima majestad y sus altezas exigen de mí una respuesta sencilla, clara y precisa, voy a darla, y es ésta: Yo no puedo someter mi fe ni al papa ni a los concilios, porque es tan claro como la luz del día que ellos han caído muchas veces en el error así como en muchas contradicciones consigo mismos
Victoria, ya he dicho que a las tres y juntos. Dios sabe las veras con las que le he pedido por la salud de mi hermano y el ningún deseo que tenía de poseer sus inmensos bienes. Su Divina majestad ha querido que vaya a España; Él cuidará de nosotros y se hará su santa voluntad.
El estallido, el esplendor del acontecimiento es el sentido. El acontecimiento no es lo que sucede (accidente); está en lo que sucede el puro expresado que nos hace señas y nos espera. Según las tres determinaciones precedentes, es lo que debe ser comprendido, lo que debe ser querido, lo que debe ser representado en lo que sucede.
El objetivo del yoga es llegar a la realidad socavando las bases de la consciencia normal cuando estamos en vigilia, de tal manera que el sol interior eterno del esplendor espiritual pueda brillar sobre el mar tranquilo que es la mente cuando ha cesado todo pensamiento y derramar una radiación de luz, vida e inmortalidad que intensificará la mejor parte del hombre.
Esa marometa que da el chiquillo en el aire expresa en un solo acto toda la alegría y la magnificencia de vivir.
La montaña oscurece y asume la púrpura magnificencia de las hojas en otoño
No es tan sencillo, si yo te contara las horas, dedicadas pa sacarle brillo si mis paredes hablaran, te dirían que aquí no hay truco ni mentira, contarían que mi casa respira rap en cada pasillo
La fuerza de la música instrumental permite irradiar las emociones y el brillo en su propio carácter, sin presumir de mostrar como real o imaginario ninguna representación.
Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos. No puedo no querer la sombra que tenemos, no apresar con ella el resplandor de un verso
La vida termina como el resplandor de un film, una chispa en la pantalla.
No buscábamos la pobre satisfacción del medro personal, ni anhelábamos la triste vanidad de los honores, ni queremos otra cosa que no sea el verdadero triunfo de la causa, consistente en la implantación de los principios, la realización de los ideales y la resolución de los problemas, cuyo resultado tiene que ser la salvación y el engrandecimiento de nuestro pueblo
No existe error más absurdo y, no obstante, más arraigado en el corazón humano, que el de creer que los sufrimientos favorecen la salvación espiritual.
El ideal de producir el paraíso terrenal puede parecer magnífico, porque se desea que todo sea perfecto y todos vivan en la felicidad, pero en realidad es un ideal mortal. Lo aprendimos a la fuerza. Comprendimos que el ideal democrático, que es mucho menos excitante que la perfección del paraíso, es digno de respeto y hay que defenderlo.
Allá donde esté, en un paraíso maravilloso, sólo le faltará una cosa... tú
El sentido de la muerte de Cristo es que Cristo tomó los pecados del mundo, de forma que lo que soltamos no vuelva a nosotros rebotando, y que nuestra naturaleza pecadora no coseche la muerte obvia. No son nuestras buenas obras lo que nos abre las puertas del cielo
Y amarte a ti así más que verdaderamente, jamás ha habido un tonto tan grande que no acertara a sacudirse todo el cielo sobre su cabeza con una sonrisa.
La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la victoria misma.
Es mucho mejor atreverse a cosas grandes, cosechar triunfos gloriosos aún marcados por el fracaso, que aliarse con esos pobres espíritus que ni mucho ganan ni mucho sufren porque habitan en la penumbra donde ni la victoria ni la derrota se conocen.
Cuando tenía 5 años y vivía en Israel, había un niño mayor que yo y mucho más grande que se divertía molestándome. Un día lo esperé a la vuelta de la esquina, y sosteniendo una varilla, le di tan fuerte como pude a la altura de sus rodillas. Esa fue la última vez que se metió conmigo. Nunca dejes que nadie se meta contigo, jamás.
Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol. Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz, tanto más fuertemente tienden sus raíces hacia la tierra, hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo — hacia el mal.
Cuidado, no sea que los velos de la gloria os impidan beber de las aguas cristalinas de esta Fuente viva. Tomad, en este amanecer, el cáliz de salvación en el nombre de Quien hace despuntar el Día, y bebed a plenitud en alabanza de Quien es el Todoglorioso, el Incomparable.
El que refuta una alabanza merece ser alabado dos veces.
Cual si la Tierra fuera un cráter, vomitó del fondo de sus entrañas un ingente chorro de fuego. El suelo se elevó y fueron muy contados los espectadores que pudieron entrever, por un instante, el gigantesco proyectil, hendiendo victorioso los aires, en medio de una aureola de flamígeros vapores.
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
No me gusta poner etiquetas. Cualquier tipo de etiqueta limita. No me interesa la literatura que excluye, la literatura que se hace para un solo grupito de iluminados que viven en un olimpo separado de los demás.
La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad.
No hay piedad mariana que termine en María, pero sí rasgo distintivo, por María ir a Cristo y consagración de nuestra vida a María para que Ella la presente a Jesús.
La compasión no cabe, ni aun como sombra de duda, en quien tiene como único objetivo el poder o la consagración social.
Por la Cruz, por la Patria y su gloria denodados al campo marchemos: si nos niega el laurel la victoria, del martirio la palma alcancemos.
El tiempo jamás había sido importante cuando él estaba a su lado. Años, días o semanas, todo se confundía en una mezcolanza en la que sólo importaba aquello: la palma de ella contra la suya. Por eso había sido tan dolorosa la traición. Ella había hecho que el tiempo recobrase su importancia. Y por eso la sangre jamás volvería a correr cálida por sus venas.
No existe belleza sin ayuda, ni perfección que no dé en bárbara sin el realce del artificio.
El ochenta por ciento del éxito consiste en estar allí.
Hay definitivamente una correlación entre el éxito familiar y el éxito personal.
Porque la verdadera tradición no emana del pasado, ni está en el presente, ni en el porvenir; no es sirviente del tiempo. [...] La tradición no es la historia. La tradición es la eternidad
El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora son porciones de la eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.
Aquí estoy y estas estrellas están -la alta meseta- los rastros del edén -y el árbol peligroso- ¿Son el paisaje de la confesión? Y si confesión, ¿También absolución?
¿Y el hombre? Nada por sí mismo, no será más que una parte de un todo, y es entonces cuando habiendo perdido la vanidad de su pequeño y mezquino individualismo, ¡será feliz en este edén que él habrá creado!
El oro que se adquiere sin trabajo no hace más que dar lustre a la miseria del que lo posee.
Lo que distingue la pintura al óleo de cualquier otra forma de pintura es su especial pericia para presentar la tangibilidad, la textura, el lustre y la solidez de lo descrito. Define lo real como aquello que uno podría tener entre las manos.