No puedes ser del todo libre mientras estés a merced del capitalista y del empresario, mientras dependa de ellos que trabajes o no trabajes, mientras los productos de tus manos no tengan un valor siempre y en todo tiempo cambiable y aceptable, mientras no encuentres abiertas de continuo cajas de crédito para el libre ejercicio de tu industria.
Más vale tener crédito que dinero.
Reinaba entonces en el ejército español un pundonor llevado hasta la más excesiva delicadeza y mi padre exageraba aún este exceso, cosa de que no puedo culparlo, pues el honor es, ciertamente, el alma y la vida de un militar.
Mi reputación aumenta con cada fracaso
Nada vale ser honesto si no se tiene reputación de serlo
La gran paradoja de la era de la información es que ha concedido nueva respetabilidad a la opinión desinformada. Jhon Lawton, 68 años, reportero veterano, dirigiéndose a la Asociación Americana de Periodistas de Radio.
Tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de un recto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro.
Una característica típica del estilo zen es que en la acción se compromete a fondo y va hasta las últimas consecuencias. En todo se entrega total y libremente sin consideración de sí mismo. No confunde la espiritualidad con el pensar en Dios mientras uno pela patatas. La espiritualidad zen consiste justamente en pelar patatas.
Esta actitud ciega de la Sociedad del Conocimiento se parece en todo a la orgullosa consideración de que 'nuestra lengua es mejor porque se entiende'. Sólo que con una intensidad del todo trágica, que se podría traducir así: nuestros muertos son verdaderos porque duelen
Alguno se estima atrevido, cuando con otros se compara. Algunos creo que hubo tan discretos que no acertaron a compararse sino a sí mismos.
Un hombre noble compara y estima a sí mismo por una idea que es superior a él, y un hombre malo, por uno menor que él. La produce una aspiración, y el otro ambición, que es la forma en la que un hombre vulgar aspira
Hay quien dice que la honestidad no basta para vivir. Y yo sustento que la honestidad no basta cuando se quiere amar aciertas muchachas.
La honestidad es tan rara como un hombre que no se engaña a sí mismo.
Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos
No soy un político de profesión. Nadie debe serlo, ya que nadie debe hacer prebenda y granjería del noble ejercicio del mandato parlamentario; pero sí soy -y con orgullo lo reconozco- político vocacional. Amo la política porque ella constituye un nobilísimo apostolado que le permite, a quien lo ejerce con decoro y patriotismo, servir a su pueblo y a su patria
Una relación nueva y osada de palabras es el más valioso obsequio para el espíritu, es nada inferior a una estatua del efebo Antinoo o a la poderosa bóveda de un portal.
No se tiene aún noticia de ciudadano alguno que no fuese a votar (Plebiscito del 26, 27 y 28 de marzo de 1835 en Buenos Aires por el cual la ciudadanía se pronunció en concederle la Suma del Poder Público a Rosas) Debo decirlo en obsequio de la verdad histórica, nunca hubo un gobierno más popular y deseado ni más sostenido por la opinión... que el de Don Juan Manuel de Rosas.
Hasta creo haber superado el momento halagador del aplauso para quedarme en la pura alegría del cantar, ahí encuentro yo toda la felicidad
Allí donde encurvaba la retorcida cola y extendía sus pinzas el Escorpión ya no aparece el Fraude, el aplauso injusto, el Amor fingido, el Engaño, la Traición, sino las virtudes contrarias, hijas de la Simplicidad, Sincerida, Verdad y que se mueven por los campos de las madres.
Me encanta que haya agasajo cuando esté viva. Cuando esté muerta, que me dejen en paz
En su opinión, todos los estudiantes ingresan en la Facultad de Derecho con cierto grado de idealismo y el deseo de servir al público, pero después de tres años de una competencia brutal sólo aspiran a un empleo en un buen bufete, donde puedan convertirse en socios en siete años y ganar un montón de dinero. Está en lo cierto.
Ciertamente, la posesión monopolizadora de los secretos de la bomba atómica crea una amenaza, pero contra ella están dos cosas: primera, que la posesión absoluta del monopolio de la bomba atómica no puede durar mucho, y segunda, que su empleo quedará prohibido
Me llena de emoción y orgullo la distinción que se me hace al otorgarme el Premio Nobel... Emoción personal y orgullo por mi Patria de cultura milenaria
No podemos decir que es necesario primero adoptar métodos capitalistas (luchar por el poder) para luego ir en el sentido contrario (disolver el poder). La historia nos grita que esto no funciona: el termidor estalinista ya está presente en la distinción leninista entre comienzos y desarrollo
La religión es el reconocimiento del hombre mediante un rodeo, a través de un mediador
Muy feliz es de hecho el científico que no sólo tiene los placeres que he enumerado, sino que también gana el reconocimiento de sus colegas científicos y de la humanidad, que en última instancia, se beneficia de sus esfuerzos
Aposentad con firmeza la razón en su asiento, y convocad ante su tribunal cada hecho, cada opinión. Cuestionad con audacia incluso la existencia de Dios, porque si hubiera uno, ha de aprobar más el homenaje a la razón que al miedo ciego.
Una relación de persona a persona (...): el amor que consiste en que dos soledades se defiendan mutuamente, se delimiten y se rindan homenaje
Celebramos ver a Libia en la comunidad internacional, y percibirla como un aliado en la que ha de ser la causa de todos: la de un mundo en el que la paz y el rechazo a la violencia (...) sean los motores de nuestra vida cotidiana. Diciembre de 2007. En la ceremonia de entrega de la Llave de Oro de Madrid a Muamar el Gadafi. Fuente: El País de 21 de marzo de 2011
Es insoportable ver sólo ante sí la larga hilera de comidas, mirar la vida como una ceremonia y seguir a la solemne multitud, sin compartir con ella ni las opiniones generales ni las pasiones.
Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay que tener envidia a los que tienen príncipes y señores; por que la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.
El respeto por uno mismo es la piedra angular de toda virtud
La verdad es hija del tiempo, y no siento ninguna vergüenza en ser su partera.
No tema, vaya no mas, sin verguenza
No hay nada mejor que el olor a tierra limpia, con excepción del fresco olor que despiden las pequeñas plantas luego de una lluvia. Cuando llueve, muchas veces salgo al páramo y me tiendo bajo los matorrales a escuchar como caen las gotas de lluvia sobre el brezo.
En una persona desaseada, hasta los pensamientos tienen mal olor
La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad.
La caballerosidad en amores es un ayuno siempre expuesto a quebrantarse
Alégrate. En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocencia y para hechizar con tus ojos inmensos.
Yo tampoco quiero pensar en nada, y voy a estudiar. Con eso me salvo. - ¿Te salvas de qué?... ¿De arrepentirte de lo que pasó? -No, yo no me arrepiento de nada. Cada vez me convenzo más de que el sexo es la inocencia misma.
¿Cómo conquistar bastiones y abatir la felonía, si el honor y la hidalguía se fueron de vacaciones?
Cuando Noel acusó a la banda Green Day de robar los arreglos de Wonderwall para la canción Boulevard of Broken Dreams, y se le recordó su hábito de robar riffs de otras bandas, él se defendió diciendo: ¡Pero no una canción entera! Ellos deberían tener la decencia de esperar a que me muera. Yo por lo menos le pago a la gente que robo por cortesía.
Cuanto más pienso en la práctica educativa y reconozco la responsabilidad que ella nos exige, más me convenzo de nuestro deber de luchar para que ella sea realmente respetada. Si no somos tratados con dignidad y decencia por la administración privada o pública de la educación, es difícil que se concrete el respeto que como maestros debemos a los educandos.
El oro que se adquiere sin trabajo no hace más que dar lustre a la miseria del que lo posee.
Sacar lustre a la política quizá nos exija no imitar a los predicadores de utopías imposibles y dedicarnos, más a que dar vueltas a cual sea el ideal de justicia perfecta, a resolver injusticias concretas. Necesitamos fiarnos de los ingenieros de la eficacia antes que de los profetas del dogma.