¡Denle gracias, todas Sus maravillosas obras! ¡Canten Su honra, canten Su gloria, bendigan y engrandezcan Su Nombre! ¡La alabanza de Jehová perdura para siempre jamás! ¡Amén, Amén!
Las guerras no deberían narrase de manera diferente que los latrocinios, esto es, breve y escuetamente, sin alabanza alguna, antes bien, detestándolas.