El verdadero valor no es llamar a la muerte, sino luchar contra el infortunio
Dios se sirve regularmente del infortunio como de un estribo para levantarnos.
Preferid, entre los amigos, no sólo aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún a los que en vuestra prosperidad no os envidian.
La derrota cultural es la más abrumadora de las derrotas, la única que no olvidamos jamás, porque no podemos atribuirla ni a la propia desventura ni a la barbarie del adversario.
La infelicidad máxima, como la felicidad máxima, modifica el aspecto de todas las cosas.
El hombre debe considerar siempre lo que tiene antes de lo que quiere; la infelicidad viene cuando la realidad no llega
Rendirse ante la adversidad es mostrarse de su parte.
En la adversidad de nuestros mejores amigos, encontramos siempre algo que no nos disgusta.
Tenemos la obligación de dar ejemplo con nuestra vida y nuestra doctrina, no sea que hayamos de pagar nosotros el castigo de quienes parecen ignorar nuestra religión, y así pecaron por su ceguera. Pero también vosotros debéis oírnos y juzgar con rectitud porque, en adelante, estando instruidos, no tendréis excusa alguna ante Dios si no obráis justamente (... ).
El castigo del embustero es no ser creído aún cuando diga la verdad.
La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación.
Si dentro de 30 años no tenemos dos jóvenes trabajando para mantener a un jubilado, habrá ocurrido una catástrofe o habrá robots que lo hagan
Durante tantos milenios como llevan existiendo, los humanos no han comprendido en realidad qué es el amor. ¿Cuánto hay de físico y cuánto de mental en todo eso? ¿Cuándo es accidente y cuándo destino? ¿Por qué se destruyen parejas que son perfectas y funcionan otras que parecen imposibles? No conozco las respuestas mejor que ellos. El amor está simplemente donde está.
Mi (piloto) favorito es (el brasileño) Ayrton Senna (fallecido precisamente en Bolonia, tras un accidente en el Gran Premio de Imola en 1994). Fernando Alonso, al que conozco desde mis tiempos en Renault, es el mejor de todos los que están en activo
Ésa es una suerte de las viudas, ningún contratiempo les impide mejorar al hombre con el que convivieron y entre más tiempo pasa, mejor recrean el mundo idílico que alguna vez soñaron.
Por los jóvenes hemos de estar dispuestos a soportar cualquier contratiempo y fatiga.
No hay hombre en el mundo sin tribulación o angustia, aunque sea rey o papa
La leve tribulación de un momento nos produce un pesado caudal de gloria eterna.
La aflicción de nuestros amigos nos induce a amarlos más.
Se les dice a los cristianos, no solamente que no se depriman ante sus sufrimientos sino que se alegren. Más aún, que se alegren no sólo porque la aflicción sea una disciplina que conduce a un bien futuro, sino porque es un privilegio presente, el privilegio de ser hechos semejantes a Cristo (1829, Sermones no publicados, Vol II, 26, p.197).
La belleza es la armonía entre el azar y el bien.
Sabemos también que por tenue que fuese no siempre se siguió este sistema de discriminación entre útiles e improductivos y que más tarde se adoptó con frecuencia el sistema más simple de abrir los dos portones de los vagones, sin avisos ni instrucciones a los recién llegados. Entraban en el campo los que el azar hacía bajar por un lado del convoy; los otros iban a las cámaras de gas.
La mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscripta; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume.
No llores por mí, Pensad en la pestilencia y la muerte de tantos otros
Al trono lo ilumina un rayo poderoso que puede fulminar a los hombres.
¿La emoción? Pídela al número que mueve y gobierna al mundo. Templa el sagrado instrumento más allá del sentimiento. Deja al sordo, deja al mudo, al solícito y al rudo. Nada temas, al contrario, si en el rayo de una estrella logras calcinar la huella de tu sueño solitario
En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre.
El pecho le dolía como si se lo hubiesen abierto para sacarle el corazón. Sentía allí un vacío atroz, un vacío real que no podía calmarse hasta que pudiera colocar allí el corazón de Cristina. Son estos fenómenos de una psicología particular que, según parece, no pueden ser comprendidos sino por aquellos a quienes el amor ha asestado ese golpe que en el lenguaje corriente se llama el flechazo.
Cualquier hecatombe general siempre se reduce a un drama íntimo, de la misma forma que uno puede resbalar en una piel de plátano y morir del batacazo mientras está cayendo la bomba de hidrógeno sobre su cabeza.
Llega la voz de Oriente. Llega el Occidente en habla, llega la hecatombe con la muerte del oro y el encumbramiento del hambre. ¡Llega el fin!
Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero.
La felicidad que algunas personas sostienen que se puede lograr exclusivamente a través de la religión es a menudo producto de un planteamiento superficial de la vida sobre la que no se reflexiona
Aunque no hubiera azar en este mundo, nuestra ignorancia de la causa real de un suceso tendría la misma influencia sobre el entendimiento y engendraría un tipo de creencia u opinión similar.
La costumbre es el principio por el cual se ha realizado esta correspondencia tan necesaria para la supervivencia de nuestra especie y la dirección de nuestra conducta en toda circunstancia y suceso de la vida humana.
Cobarde: Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas.
He dejado órdenes para ser despertado en cualquier momento en caso de que haya una emergencia nacional, incluso cuando estoy en mis reuniones con mi gabinete
Ni siquiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación
Quiero hacer una música tan perfecta que se filtre a través del cuerpo y sea capaz de curar cualquier enfermedad
Sus pies pisaban con involuntaria levedad al avanzar hacia las ruinas, que combinaban la devastación de la naturaleza con la de las pasiones humanas, quizá más sangrienta y salvaje que la primera.
La devastación es increíble. Constituye una de las grandes tragedias de la historia
Temed a la tecnología, se acerca la destrucción del hombre.
...se olvida constantemente que la destrucción del Estado es también la destrucción de la democracia,...
Una mano honesta y un corazón sincero pueden equivocarse; y el daño recibido puede ser más duro de sobrellevar que la obra de un enemigo
He aquí otro montón de mierda ignorante: uniformes escolares. Mala teoría. La teoría dice que si los niños usan uniforme para ir a la escuela eso ayudará a mantener el orden. ¿No han hecho estas escuelas suficiente daño haciéndolos pensar igual?, ¿ahora quieren que se vean igual también?
Desperté de la enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la enfermedad...
Querer conservar la salud siguiendo un régimen demasiado riguroso es una enfermedad irritante.