Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas.
Mis sueños no son más que un símbolo de la liberación de mi terrible sufrimiento, no del amor o los seres amados. Son producto de una agitación pasajera, no de un sentimiento permanente.
Vi en seguida otro monstruo, y otro, y otro. Aparentemente eran cuatro o tal vez seis o siete. Cada uno actuaba lo mismo que los otros, curvándose en el agua, lanzando un chorro y levantando una cola gigantesca partida en dos. Al verlos los nórdicos gritaron a Odín pidiéndole ayuda y no pocos entre ellos cayeron de rodillas sobre cubierta, temblando de terror.
Eran las cuatro y media de la madrugada. Las estrellas cuchichearon entre sí, detrás de los abanicos, y algo como un enorme chorro de champagne, arrojado por una fuente azul, se dibujó en Oriente. Era el cometa. La luna, esa gran bandeja de plata en donde pone el sol monedas de oro, se escondía, desvelada y pálida, en el Oeste. Los luceros y yo teníamos frío.
Hay un dato que no podemos obviar, que es que el 45 por ciento de los detenidos este año en Madrid son extranjeros. Eso no quiere decir nada, simplemente que son extranjeros y que debemos darle la máxima celeridad posible a los procedimientos de expulsión para evitar casos con el del moldavo
Le dije a Pep después de la expulsión que ellos estaban celebrando: El partido no ha acabado aquí.
Decir que la democracia se ha despertado por los acontecimientos de las últimas semanas no es suficiente. Cualquier persona se despertaría si su casa estuviera ardiendo. Lo que necesitamos es una guardia armada que despierte al primer disparo o, mejor, que no permita que haya disparo alguno.
El argumento se semeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano.
La condesa, dando alaridos, se abalanzó sobre él con la furia de una hiena y le mordió en el pecho. El conde dio un empujón a la rabiosa mujer y la tiró al suelo, donde entregó su espíritu en medio de las convulsiones más espantosas. El conde enloqueció.
Yo le decía a mi tía: 'Si tiras mi jodida poesía, te vas a arrepentir cuando sea famoso', y ella tiró todo fuera. Nunca le perdoné que no me tratara como a un jodido genio o lo que sea que era cuando era niño.
Aprecio la numerosa y selecta concurrencia en la que se destaca la prestigiosa y recia personalidad de mi antiguo amigo Alfonso Grados Bertorini que forma parte de esa lúcida y aguerrida minoría, que con brillo y valentía salva el prestigio del Congreso. Minoría que mañana será mayoría, porque el pueblo no olvidará a quienes supieron defender la democracia y constitucionalidad
Lo saben todos, que en caso de peligro se salva sólo quién sabe volar muy bien
...como cohetes ardientes en la oscuridad de la noche que de repente lanzan un fogonazo breve pero de gran alcance sobre una inmensa región desconocida
La ciencia ficción (...) es un ejercicio del ser, es una praxis, un abrir de ojos grandes, mucho más grandes, hasta abarcar una información revelada, una síntesis, un fogonazo enceguecedor que nos permita apreciar el milagro constante en que vivimos.
¡Y si se ponen tontos, se les pega un cañonazo y punto!
El pasado es siempre una reprimenda hasta la actualidad.
Al declararse un incendio o la noticia inesperada de una muerte, en el primer momento de terror, que es un momento de enmudecimiento, nos invade un oscuro sentimiento de culpa, ese reproche amorfo que nos dice: di pues, ¿No lo sabías?
Vivir cerca de personas cuya condición representa un reproche ético permanente es una fuente de incomodidad incluso para los ricos.
Si yo expongo mi vulnerabilidad, a partir de ese momento no solo estoy libre de cualquier reproche o recriminación por su parte hacia mi carencia o defecto, sino que, además, soy percibido como un hombre valiente y congruente sin el peso de tener que ocultar algo incómodo.
Un joven de Confesión y Comunión frecuente, impresiona mucho más a sus compañeros que cualquier sermón
El curita con el sermón en el canal de la televisión luego la propaganda del celular con la mina con el poto al aire. El curita con la censura en cierto canal de televisión, luego la mina con las tetas operadas con la propaganda de cerveza.
Vuelvo a las películas que iba a ver cuando era chico. Hoy repaso todo aquello y me pongo a pensar cómo no se me ocurrió un gag así. Ese sentido de la imagen y de su pureza, se sostenía en algo fundamental en el humor: el poder de síntesis. Es la capacidad, como hacen los dibujantes, de contar toda una historia... En tres cuadritos. El gag es el módulo básico donde todo se asienta.
El sentimiento de compasión está en la base del amor al prójimo. El sentimiento de vergüenza y desagrado está en la base de la rectitud. El sentimiento de gratitud y modestia está en la base de la corrección y los sentimientos de aprobación y desaprobación están en la base de la sabiduría.
En la corrección cuida mucho de no ruborizar ni humillar a tus alumnas.
Elegir es criticar y criticar es definir, a priori, en los términos más generales que es posible, la naturaleza esencial de lo que se trata de tal manera que es esta definición a priori la circunstancia, providencial puede decirse, a partir de la cual esa crítica es posible.
Pero la crítica seria sólo puede, en definitiva, fortalecer al socialismo y contribuir a su desarrollo.
El «buen gusto» como norma equivale a una amonestación para que neguemos nuestro sincero gusto y lo sustituyamos por otro que no es el nuestro, pero que es «bueno».
Hoy como entonces ante ti permanezco inmóvil, mar, mas no me creo digno ya de la solemne admonición de tu aliento.
Todo lo que es revolucionario, lo que enseña, lo que trata de guiar, lleno de luz y de conciencia, de claridad y de belleza, a los hombres y a los pueblos a mejores destinos, hacia más altas cumbres del pensamiento, de la vida y de la justicia, encuentra la reprobación más encarnizada del imperialismo; encuentra la valla, la condena, la persecución macartista.
Que este aire sea testigo de su corazón de largo alcance, y en las trincheras, un omnívoro y activo océano sin ventana es la materia... ¿De qué sirven estas estrellas delatoras? Todo deben contemplar ¿Para qué? En la reprobación del juez y del testigo, en un océano sin ventana, está la materia.
Jamás es nociva la reprensión aunque venga de tu enemigo.
¿Ve usted aquellos hombres que descargan carbón? Yo también lo hice. Yo también descargué carbón de los barcos anclados en La Boca. Mis hombros saben cómo los encorva aquella faena prolongada bajo un sol calcinante. Eso era trabajar para poder trabajar más; me empleaba como descargador una semana para poder pintar la semana subsiguiente.
Todo crimen es una transferencia del mal de aquél que actúa sobre aquél que padece.
Es simplemente imposible hablar sólo de la transferencia de tecnología. Uno debe hablar primero de transferencia de la ciencia y después de transferencia de tecnología... A menos que seas muy bueno en ciencia nunca será bueno en la tecnología
El motivo más frecuente para imprimir dinero es la existencia de un presupuesto desequilibrado. Los presupuestos desequilibrados se generan por los extravagantes gastos que el gobierno no puede o no está dispuesto a financiar mediante la subida de los impuestos.
Para evitar el daño irreparable, el presupuesto debe balancearse lo antes posible y no sólo en cuestiones superficiales. El equilibrio debe conseguirse mediante el recorte del gasto imprudente y no mediante la subida de la carga impositiva que ya se encuentra socavando los incentivos y la producción.
Pero el fuego de la tierra ha sido creado por Dios para beneficio del hombre, para mantener en él la centella de la vida y para ayudarle en las artes útiles, mientras que el fuego del infierno es de otra calidad y ha sido creado por Dios para torturar y castigar al impenitente pecador.
La propiedad fue la chispa que prendió fuego a la revolución. El gobierno tenía necesidad de dinero. Tenía que mostrar que era absoluto, y por consiguiente, dueño de toda propiedad; tenía que apropiarse de su dinero, que estaba a disposición pero no era propiedad de sus súbditos.
Porque sólo los locos, los desequilibrados y los maniáticos pueden resistir largo tiempo al fuego del entusiasmo; el hombre sano debe contentarse con declarar que, sin una chispa de este misterioso fuego, la vida no vale la pena vivirse.
Palabras de amable reconvención no pueden menos de agradar al que escucha. Pero la meditación sobre ellas es lo que verdaderamente importa.