Lo que los empresarios ganan por medio de la reducción de los salarios, lo pierden pronto a través del descenso de los precios. Lo que es bueno para un empresario individual no beneficia a todos los empresarios en tanto que clase. Si un empresario reduce sus salarios puede, ceteris paribus, aumentar su producción. Pero si todos los empresarios hacen lo mismo, el resultado será totalmente distinto.
...Un descenso a largo plazo de los salarios -que se asocia al debilitamiento de los sindicatos obreros- tenderá, según nuestro análisis en el capítulo 1, a elevar el grado de monopolio y, por tanto, a provocar un desplazamiento de los salarios a las ganancias. Lejos de estimular el crecimiento de la producción a largo plazo, este fenómeno, como ya hemos visto, tenderá a afectarlo adversamente.
Una mente bien informada, solía decir, es la mejor seguridad contra el contagio de la locura y del vicio. La mente no ocupada está pendiente de encontrar algo, y preparada para caer en el error, para escapar de lo que la rodea. Hay que llenarla con ideas, enseñándole el placer de pensar. Así las tentaciones del mundo exterior se verán contrarrestadas por el consuelo derivado del mundo interior.
Perdón, pero se me ha caído un pendiente enorme. Bueno, ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó. Muchas gracias de todo corazón pero el pendiente, Íñigo, no lo quiero perder, eh, por favor
Sudo me acuerpo miro hacia el vértigo y trato de no mirar. Asciendo, asciendo hacia la flor Y cuando allí está la arranco y la guardo en mi bolsillo como esperanza, luego viene el descenso ¿Quién se merece la flor? ¿Qué hombre la merece?
Toda revolución genera libertad y genera nuevas formas de dominación. Entonces, hay que consagrar la libertad para combatir esas formas de dominación que inevitablemente van acompañadas de una gran transformación social, del descenso de unos, del ascenso de otros.
Aquí hay comida. Latas de conservas en las tiendas de comestibles; vinos, licores, aguas minerales, y los caños principales de desagüe y las cloacas grandes están vacíos. Ahora bien, le estaba diciendo lo que pensaba yo. Aquí hay seres inteligentes me dije. Y parece que nos quieren como alimento.
Y que desde entonces no había hecho otra cosa sino caer, una de esas caída interminables y mexicanas, es decir una caída pespunteada de tanto en tanto por una risa en sordina, por un disparo en sordina, por un quejido en sordina. ¿Una caída mexicana? En realidad, una caída latinoamericana 2666, pág. 582
La caída de lo alto es mucho más peligrosa
La violencia hiere el cuerpo y la mente. Del que la ejecuta. Del que la sufre. De los que lloran. De toda la humanidad. Nos rebaja a todos.
Cuando un hombre rebaja su talento únicamente para ponerse al nivel del lector, comete un pecado mortal que éste no le perdonará nunca, suponiendo, por supuesto, que se dé cuenta de ello. Puede uno decirle al hombre cosas atroces, pero enalteciendo su vanidad.
Desde hace muchos años estoy convencido de que el espíritu europeo está en declive y necesita volver a sus fuentes asiáticas. Durante años he honrado a Buda y he leído literatura india desde mi más temprana juventud. Después me acerqué a Lao Tse y a los demás chinos. El viaje a India fue tan sólo un pequeño complemento e ilustración de estas ideas y estudios.
Mientras más se hacen asequibles al ser humano los frutos del conocimiento más se distribuye el declive de las creencias religiosas.
En la otra puerta, el nacimiento de la flor, el nuevo espacio entre canteros lidiar con restos de la noche allá en la noche, en el deseo de derrumbe el aire entero de la costa es un ovillo tironeado de ser cuerpo justo en la cúspide del pasto verdecido.
Los hombres políticos de estos tiempos han de tener dos épocas: la una, de derrumbe valeroso de la innecesario; la otra, de elaboración paciente de la sociedad futura con los residuos del derrumbe.