A medida que los bioquímicos profundizan en sus descubrimientos sobre la imponente complejidad de la vida, resulta evidente que las probabilidades de un origen accidental son tan pequeñas que deben descartarse por completo. La vida no puede haberse producido por casualidad
La casualidad es la décima musa.
La libertad es el instrumento que puso Dios en manos del hombre para que realizase su destino
El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo.
Cada día me siento más inclinado a admitir que hay en la música algo de extraño. Una afirmación de máxima energía. No diré abstracta sino más bien sin objeto, energía pura, en la claridad del éter.
Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música.
Ésa es una suerte de las viudas, ningún contratiempo les impide mejorar al hombre con el que convivieron y entre más tiempo pasa, mejor recrean el mundo idílico que alguna vez soñaron.
Por los jóvenes hemos de estar dispuestos a soportar cualquier contratiempo y fatiga.
Pese a los múltiples avances tecnológicos y científicos de la era moderna, el hecho de no poder comprobarse la vida del hombre después de la muerte, es la mayor muestra de su contingencia y de su pequeñez. Para que no se le olvide que sin dios es nada.
Vivir es asombrarse de estar en el mundo, sentirse extraño, llenarse de angustia ante la contingencia de dejar de ser, comprender la constante probabilidad de extraviarse, la necesidad de hacer amigos entre nuestros con seres, la contingencia de que sean enemigos, y estar alerta a lo genuino y a lo espurreo, a la verdad y al error.
Los azares de la vida son tales, que toda eventualidad se hace posible
La adversidad pesa a veces muy duramente; pero por un hombre que pueda resistir la prosperidad se encuentra un centenar que resistirá la desgracia
Si la acción es descubierta y castigada, si pensamos bien, no es del mal ocasionado al prójimo de lo que nos arrepentimos, sino de la desgracia que nos ha producido el cometerla y el ser descubierta
En 1998, en un viaje a Australia desde Japón, Liam protagonizó un tortuoso incidente con las auxiliares de vuelo (aparentemente debido a unas galletas) que provocó la decisión de dar media vuelta y regresar a Japón. La compañía aérea, Cathay Pacific, baneó a Liam Gallagher de por vida. Su respuesta (dirigiéndose a cámara y señalándola): ¿Sabéis qué, nenes? prefiero ir caminando.
La angustia de mis sentimientos no cejaba; no había incidente del cual mi furia y desdicha no pudieran sacar provecho
Puede que cantidades considerables de cambios genéticos no estén sujetos a la selección natural y puede que se esparzan aleatoriamente por las poblaciones
Durante gran parte del pasado, el descubrimiento, la invención y la investigación se ha dejado al azar y fueron llevados a cabo más o menos aleatoriamente por la mayoría de los científicos. Este tipo de enfoque no sólo ha sido ineficiente, tanto en el uso de la mano de obra y los medios, sino que también ha dado lugar a resultados desastrosos para la humanidad, como he subrayado en otros lugares
El trabajo parecía algo fundamental para el hombre, algo que le permitía soportar el vuelo sin rumbo de tiempo
No importa donde estemos, sino hacia donde avanzamos. Para arribar a puerto seguro a veces navegamos con el viento a favor y a veces en contra, pero la cuestión es navegar, no derivar sin rumbo ni permanecer anclados.
Era imponderable el desorden y desunión de aquel ejército, en todo el cual no había alguno que mandase, ni atendiese al bien común.
Cuando yo era chico, y vivía en un barrio, la gran novedad o logro era tener un auto, y cuanto más lujoso era el auto más reconocimiento para la familia que lo había obtenido. Pero había una distinción para nosotros, el reconocimiento a la familia era en función de qué había hecho para conseguir ese auto. Había familias que trabajan padres e hijos y se compraban un Seat. Y había familias que se ganaban la lotería y se compraban un Mercedes Benz. Y nosotros valorábamos al que trabajaba mucho y se había comprado el Seat. Le doy ese ejemplo porque a partir de ahí aprendí que no se evalúa lo conseguido sino lo merecido. Primero hay que ver si el medio está de acuerdo con que se evalúe lo merecido y no lo conseguido, la respuesta es no.
Un saco de serpientes en el que sólo hay una anguila: eso es la lotería matrimonial.