Sólo los idiotas creen en la realidad del mundo, lo real es inmundo y hay que soportarlo
Serpiente es la soberbia, serpiente es la avaricia, serpiente la lujuria, la ira, y la gula, serpiente la envidia; la pereza no es serpiente porque no pica, es un animal inmundo que duerrne en su fango su sueño perpetuo.
Una cortesana llena de melindres es tan repugnante como un ladrón económico.
La religión dice: ¡Haz esto!, ¡piensa así! Pero no puede fundamentarlo y cuando lo intenta repugna; pues para cada una de las razones que dé, existe una razón contraria sólida. Más convincente seria decir ¡Piensa así!, por extraño que te parezca. O: ¿No quisieras hacer esto?, tan repugnante no es
Decían que la atención de un vigilante disminuía cuando estaba demasiado tiempo de servicio en el mismo lugar; su percepción de los sucesos del entorno se embotaba: se volvía perezoso, descuidado y, por lo tanto, inservible para sus tareas...
Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación.
Aquí tienen diez yuanes; por favor, déjenme entrar en la asociación - implora el shenshi malvado de poca monta. -¡Maldita la falta que nos hace tu cochino dinero!- le replican los campesinos.
...los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido.
Para el puerco todo es porquería.
Algo que da risa es que los magnates creen que su dinero así como contamina el medio ambiente, creen poder descontaminarlo. Siempre los que han contaminado el medio ambiente son la clase dominante, pero ellos toda la vida dicen que los pobres son los culpables.
Los hombres intentan purificarse manchándose de sangre. Es como si, después de haberse manchado con barro, quisieran limpiarse con barro.
Julio. Algunos empezaban ya a estar asqueados de la curia romana. Iban pregonando que todo estaba manchado por doquier con ganancias vergonzosas, con placeres desorbitados y nefandos, con envenenamientos, con sacrilegios, asesinatos y tráfico simoníaco.
Me parece fundamentalmente, deshonesto y dañino para la integridad intelectual creer en algo sólo porque te beneficia y no porque pienses que es verdad
No asistí al evento por una sencilla razón: Me parecía deshonesto visitar un país que actualmente está bombardeando Irak
Es fácil ver las faltas de los demás, pero ¡qué difícil es ver las nuestras propias! Exhibimos las faltas de los demás como el viento esparce la paja, mientras ocultamos las nuestras como el jugador tramposo esconde sus dados
En la gran mesa de juego que es la vida, el incómodo no es el tramposo -que se limita a jugar de una determinada manera, pero participa- sino el que rompe la baraja.
El texto amoroso está hecho de pequeños narcisismos, de mezquindades psicológicas; carece de grandeza: o su grandeza es la de no poder alcanzar ninguna grandeza. Es pues, el momento imposible en que lo obsceno puede verdaderamente coincidir con la afirmación, el amén, el límite grado de lo obsceno.
El Holocausto fue un periodo obsceno en la historia de nuestra nación... No, no de neustra nación, pero en la Segunda Guerra Mundial. Quiero decir que todos nosotros hemos vivido en esto siglo. Yo no he vivido en este siglo, pero en la historia de este siglo.
Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un sin embargo; sólo un hombre de esta forma construido tiene vocación para la política
Mercaderes e industriales no deben ser admitidos a la ciudadanía, porque su género de vida es abyecto y contrario a la virtud.
En el corazón del siglo soy un ser confuso y el tiempo aleja cada vez más el objetivo y el fresno cansado del bordón y el miserable verdín del cobre.
A veces también tengo miedo de mi sangre, que late en las arterias como, en el silencio de la noche, un confuso ruido de pasos en habitaciones lejanas...
Hemos eliminado elementos que pretendían darle a nuestro movimiento, que debe tener un carácter y un sentido ascético, poético y castrense, un matiz turbio de delincuencia y hampa
Al fin todo se hundió...Y tu mirada se torció y se deshizo en un cielo turbio y revuelto... Y ya no vi más que mis lágrimas.
Esta es mi vida, un oscuro trabajo, un intenso anhelar, las rosas de mi patio y mi vacío hogar.
Llamaron a la puerta y miré por la ventana. Vi que estaba lleno de enanos, todos con los mismos trajes. Resulta que eran policías pero yo no me di cuenta. Parecían personas pequeñas vestidas de azul oscuro y con cascos brillantes. Les dije que entraran, que hacía frío fuera.
Yo podría ser el último paria de mi reino, un leproso abandonado por todos, sin recuerdo y sin esperanza de goce alguno, y aún quisiera vivir.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales
El elfo cruzó al galope el foso helado, cabalgando entre las nubes de vapor que rezumaban de su negro caballo y de lo que se había echado al cuello.
Mi abuela materna era india. Un bisabuelo era negro. Soy latino y soy indígena y soy negro. Sobre todo culturalmente, soy más negro que cualquier otra cosa. Más negro que latino.
De pie frente a la sonrisa en la cabeza de un chancho recién horneado. No seas menos generoso.
Hoy el País Vasco es un cuerpo social infectado por una septicemia.
Hoy, el apocalipsis ha dejado de ser una mera referencia bíblica para convertirse en una posibilidad muy real. Nunca antes en el acontecer humano se nos había colocado tan al límite, entre la catástrofe y la supervivencia
Volveré tan pronto que no tendrás tiempo de echarme de menos. Cuida de mi corazón que lo he dejado contigo.