Cuando el impulso de jugar repentinamente invade a un adulto, esto no significa recaída en la infancia. Por supuesto jugar siempre supone una liberación. Al jugar los niños, rodeados de un mundo de gigantes, crean uno pequeño que es el adecuado para ellos; en cambio el adulto, rodeado por la amenaza de lo real, le quita horror al mundo haciendo de él una copia reducida.
No deseo ser una copia de Kalkbrenner. Nada podría quitarme la idea ni el deseo, acaso audaz, pero noble, de crearme un mundo nuevo
Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oír ha de ser el doble que el hablar.
El toreo es un doble ejercicio físico metafísico de integración espiritual en el que se valora el significado de lo humano heroicamente o puramente: en cuerpo y alma, aparentemente inmortal.
Si te contara todo lo que hago con tu querido retrato te reirías. Por ejemplo, cuando lo saco de su calabozo, le digo: ¡buen día, tesoro!, buen día, buen día; mocosa, pícara, nariz de punta, chichecito.
Aunque amo a mi madre, no quise hacer un retrato idealizado de ella. Me fascinan más sus defectos: son más divertidos que sus otras cualidades.
La Historia debe ser sobre todo la pintura de un tiempo, el retrato de una época. Cuando ésta se limita a ser el retrato de un hombre o la pintura de una vida, sólo a medias es Historia.
De madrugada mis pensamientos puros volaban como telegramas; y en las ventanas encendidas toda la noche el retrato de la muerte hizo esfuerzos desesperados para huir.
Toda idea es copia de alguna impresión o sentimento precedente, y donde no podemos encontrar impresión alguna, podemos estar seguros de que no hay idea.
Lo extraño en este mundo es que un tipo aplicado, sin la menor idea original, que copia a los que tienen autoridad sobre él hasta el nudo de la corbata o arruga de la barbilla, siempre logra llamar la atención. Es elegido. Asciende
El segundo plano tiene que sumarse a la composición y ayudar a comprender al personaje. Hacer sólo el retrato de alguien famoso no significa nada.
Cuando comienzas un retrato y buscas una forma pura, un volumen limpio, a través de eliminaciones sucesivas, llegas inevitablemente al huevo. Del mismo modo, comenzando con el huevo y siguiendo el mismo proceso a la inversa, terminas con el retrato