Una de las ventajas de ser desordenado es que uno está continuamente haciendo nuevos y excitantes descubrimientos.
El hombre desordenado pierde siempre un solo guante.
Entramos a una casa de portón grande, jardín descuidado y aromas diluidos del reciente verano. Había hojas en el suelo y un silencio solemne (...) Una tristeza impresionante se extendía por toda la casa: se diría abandonada o habitada por personas sin esperanzas.
Te dicen descuidado por que están acostumbrados a los jardines, no a la selva.
...,con la cara más dura que una piedra, hemos depuesto todo pudor, abandonado todo sentido de la vergüenza e imitamos, igualamos, dejamos atrás a los paganos en avaricia, ambición, lujo, fasto, tiranía.
Asegurando que el Señor ciertamente desplegará su desagrado contra la Liga o Sociedad de Naciones porque el clero -católico y protestante- que alega representar a Dios, ha abandonado el plan de él y ha apoyado a la Sociedad de Naciones, aclamándola como una expresión política del reino de Cristo en la Tierra.
No hay nada más temido que un cerdo con aspiraciones políticas. Lo tomamos como un insulto que nos haya llamado a nosotros violentos porque todo el mundo sabe que la policía está fuera de control
Había tenido que promover 32 guerras, y violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad.
Para el puerco todo es porquería.
La guerra no arregla nada... ganar una guerra es tan desastroso como perderla.
Las reglas construyen fortificaciones tras las cuales las mentes pequeñas crean satrapías. Algo peligroso en los mejores tiempos, es desastroso durante las crisis.