A los desposeídos y marginados si algo pudiera pedirles sería perdón por no haber acertado todavía a sacarlos de su postración
Por no tener ideales cayó el Perú en la postración más abyecta.
Sin imaginación el líder, es incapaz de encontrarse con emergencias y crear planes con los cuales guiar a sus seguidores eficientemente.
Tenía una imaginación espumosa.