Deja aquello que te hace dudar de su licitud y encamínate a lo que no te hace dudar. Pues la verdad realmente es tranquilidad, sosiego y paz interna; Y la mentira, duda
¡Oh bienaventurado, que sin ira, sin odio, en paz estás, sin amor ciego, con quien acá se muere y se suspira, y en eterna holganza y en sosiego vives y vivirás cuanto encendiere las almas del divino amor el fuego!
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, y, por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína
Hasta que abrieron los ojos, todos simultáneamente; las membranas se deslizaron hacia los lados y mostraron la extraña calma de los habitantes de la más oscura fosa oceánica.
¿Qué clase de paz buscamos? Yo hablo de la paz verdadera, la clase de paz que vuelve a la vida en la tierra digna de ser vivida, la clase que permite a los hombres y a las naciones crecer, esperar y construir una vida mejor para sus hijos.
Si dormir es morir, quiero dormir en paz en la noche de la muerte
Son extrañamente hermosos todavía, estos labios de hace ahora tres años y pareciera inédito el gesto de tu beso, este llegar aquí cada vez más tranquilo, con la serenidad del que tiene por cómplice la vida y su rutina.
La independencia del entorno logra una relativa estabilidad ante un golpe duro, las privaciones, los palos, las frustraciones y cosas parecidas. Estas personas pueden mantener una serenidad relativa en medio de circunstancias que a otras personas las podría llevar al suicidio. También se les describe como autosuficientes.
La moderación de las personas felices se debe a la placidez que la buena fortuna da a su temperamento.
El Campanil, cortándose sobre los oscuros pinares y en el luminoso raso del firmamento, es bello. Será siempre bello. Va a ser el símbolo universitario por excelencia, signo de rectitud y elevación, columna que difundirá en las almas goce, placidez y serenidad, flecha que apunta a la altura, como la filosofía, donde más allá de las nubes que amedrentan, triunfa la claridad celeste
Y aquí el Presidente del Gobierno de Euzkadi –sigue el discurso- católico, pregunta con el corazón dolido: ¿Por qué el silencio de la jerarquía? Yo le aseguro, señor Aguirre, con la mano puesta sobre mi pecho de sacerdote, que la jerarquía no calló en este caso, aunque no se oyera su voz en la tribuna clamorosa de la prensa o de la arenga política. Hubiese sido menos eficaz.
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
Pese a la relativa apacibilidad de los austríacos, no me parece en absoluto inconcebible que, llegado el caso, se los pueda azuzar a cometer actos brutales y sangrientos.
Vemos que el Sagitario era signo de la Contemplación, Estudio y buen Impulso, con su séquito y servidores, que tienen por objeto y sujeto el campo de la Verdad y del Bien para formar el Intelecto y la Voluntad, de donde queda muy lejos la Ignorancia afectada y la despreocupación vil.
Los que padecen perturbaciones mentales no aplican el principio de parsimonia Científica: la teoría más simple para explicar un cierto conjunto de datos. Prefieren el barroquismo.
La pobreza, como ya he dicho, endurecía mi corazón y mi necesidad me hacía mirar con indiferencia la de los demás.
Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.
Se llama aplomo la capacidad de enfrentarse a la guillotina sin perder la cabeza
El trabajo fortifica el cuerpo, mantiene la salud, prolonga la vida y hace que el tiempo parezca más corto, porque el trabajo está en el orden de la Naturaleza.
Toda cultura, todo arte que forma un adorno a la humanidad, asi como el orden social más bello, son frutos de la insociabilidad que se esfuerza para disciplinarse a sí misma imponiéndose estos artificios
Todo Estado castiga más severamente los delitos que amenazan su principio particular de vida, mientras que en los demás muestra no raramente una benignidad que contrasta de modo llamativo.
La inactividad sólo apetece cuando tenemos demasiado que hacer.
La inactividad sexual es peligrosa, produce cuernos.
La música... es una relajación de las ocupaciones más serias
Es requisito para la relajación de la mente que hagamos uso de vez en cuando de actos lúdicos y chistes
La casualidad es siempre actual; ten siempre echado tu anzuelo. En el remanso donde menos los esperes estará tu pez.
El corazón que no ama es una cisterna tenebrosa, un depósito inmóvil que no recibe ni da. El corazón que ama es el remanso a cielo abierto, donde las mil corrientes del mundo descansan un instante para partir otra vez.
La India cree hoy, tan firmemente como siempre, en los dioses que por tan largo tiempo han contemplado con ecuanimidad su pobreza y desolación. Cuando algunas herejías o extraños dioses llegaban a ser peligrosamente populares, los brahmanes los toleraban y luego los absorbían en las vastas cavernas de la creencia hindú; un dios más o menos no mucha diferencia en la India
Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa.
Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos
Será mi ambición no tener descanso ni reposo hasta que el último judío haya salido de Berlín.
La pasividad y la mansedumbre no implican bondad, como la rebeldía no significa salvajismo
Desde el puñal que evoco tu sonrisa él duerme los cuentos que le diste se abren eco el Robin Hood doblaba nuestra esquina muerto la mansedumbre que crecía cuervos.