El martirio es la única forma como una persona sin ningún tipo de habilidad puede convertirse en alguien grandioso.
La diferencia entre talento y habilidad es uno de los conceptos peor entendidos, para las personas que están tratando de sobresalir, que tienen sueños, que quieren hacer cosas...El talento lo tienes naturalmente. La habilidad solo se desarrolla a través de horas y horas de dedicarte a tu actividad.
... Esdras vemos que éste se esmeró no sólo en investigar la ley de Dios, sino también en embellecerla;...
No hablará mi lengua ni escribirá mi mano sino para examinar y buscar la Intimidad en mis vivencias. Gran respeto a los demás en las suyas, y ayudarles a entenderlas. Todo el amor y esmero que ponga ahí será poco.
Tener el control en la vida nunca es fácil, y a veces puede ser hasta doloroso. Pero a largo plazo las experiencias óptimas añaden un sentimiento de maestría (o tal vez mejor sea decir, un sentimiento de participación al determinar el contenido de la vida) que está tan cerca de lo que queremos decir normalmente como felicidad como cualquier otra cosa que podamos imaginarnos.
Esto es algo imperativo para los guerreros; ignorar la maestría de las armas y la comprensión de las ventajas específicas de cada una de ellas sería indicar una falta de cultura de un miembro de una casa guerrera.
La homosexualidad es un desorden objetivo. La Iglesia Católica debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a todas las personas homosexuales, pero exigiéndoles también que vivan en castidad.
La delicadeza sintetiza lo bello.
Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen, y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres.
La belleza sólo es necesaria al nacimiento del amor, puesto que la fealdad constituiría un obstáculo. El enamorado llega muy pronto a encontrar bella a su elegida tal cual es, sin pensar en la verdadera belleza.
Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra merde.
Para un viejo anarquista como yo, que cree en la propiedad egoísta de Stirner y en la mónada autista de Leibniz, el mundo no es más que un tonto y entrometido auditorio que cree que está en un happening cuando ocurre un monólogo
Cada mónada es una entelequia que sale a la luz en determinadas condiciones. Un estudio del organismo permite estos secretos.
Todo hombre es una divinidad disfrazada, un dios haciéndose el tonto
María, pues, o sea, el amor de la gloria celestial, con una libra de nardo genuino, o sea, con la fe de los doce apóstoles, ungió la cabeza de la divinidad y los pies de la humanidad, reconociendo que Cristo es Dios y Hombre, que nació y sufrió la pasión.
Pequeñas mesitas laqueadas de rojo ponían al alcance de la mano chucherías de bronce. El aire aromatizaba simultáneamente a sándalo, a jazmín, a incienso y azahar. Piter se sentía embriagado de una esencia misteriosa más sutil, que parecía flotar permanentemente bajo el volumen de los olores inmediatos.
Agarrados del aire viviremos, no me importa dónde vamos. Apriétame bien la mano que un lucero se me escapa entre los dedos.
Cuando lo clásico se produjo llevaba las señales de la aventura. Este hecho lo ignoran los clasicistas con su protesta contra los románticos que emprenden el desarrollo de nuevos valores, con frecuencia sin poseer los medios para su creación. Lo que es clásico ahora lo es a causa de la perfección de la aventura y no por su ausencia.
La perfección es asfixiante
Corrupción política: Odio la pulcritud porque me suena a negación. Te gusta eliminar la evidencia. Pero a mí me gusta lo evidente. Me gusta ver las cosas como son... Nada tengo contra el olor de la podredumbre pero si mucho contra aquello que simimula el hedor de lo podrido en los Estados Unidos de America.
Llegan incluso a contraer matrimonio con ella, prorrogando su placer criminal con el refinamiento de un epicúreo. Pero con más frecuencia se encamina directamente a su objetivo, vence por la fuerza y devora a su víctima en un festín.
Toda la ciencia no es más que un refinamiento del pensamiento cotidiano.
La opinión pública y la libertad de imprenta son la espada flamígera del querubín que vela sobre el árbol de la libertad.
El sueño permite, sostiene, retiene y saca a luz una extrema fineza de sentimientos morales, a veces incluso metafísicos, el sentido más sutil de las relaciones humanas, de las diferencias refinadas, un sabor de alta civilización, en resumen, una lógica consciente, articulada con una delicadeza inaudita que sólo un vigilante trabajo podría conseguir.
Constituye una fineza el que Dios aprendiese griego cuando quiso hacerse escritor — y el que no lo aprendiese mejor.
... el vicio clerical por excelencia es la envidia, acompañada por la vanidad y la calumnia.
Porque aunque parezca que el cine es el lenguaje por excelencia para sugerir, el lenguaje de los sueños, de lo irracional, para nada, el cine es muy muy objetivo: hay cosas que en una novela puedes pasar por alto pero que en la película tienes que mostrar
Sentir que detrás de cualquier cosa que pueda ser experimentada existe un algo que nuestra mente no puede captar y cuya belleza y sublimidad nos alcanza indirectamente y como un débil reflejo, eso es religiosidad. En ese sentido yo soy religioso
¡Qué sublimidad en sus máximas! ¡Qué profunda sabiduría en sus discursos! ¡Qué presencia de mente, qué sutileza, qué idoneidad, en sus respuestas! ¡Qué grande el dominio sobre sus pasiones! ¿Dónde está el Hombre, dónde el filósofo, que pudiera vivir así y morir así, sin debilidad, y sin ostentación?
Desde edad temprana dominé el arte de imitar voces, un arte al que me acerqué de manera instintiva e inconvencional. Finalmente empecé a imitar a un papagayo, lo cual es inusual, ya que los papagayos imitan usualmente a los hombres. Cuando se emprende la iniciativa, no le queda otro remedio al papagayo, que ser el mismo, con lo cual se demuestra de nuevo que la mejor defensa es el ataque.
De manera que una persona es lo mismo que un actor, tanto en el escenario como en la conversación ordinaria.