Soy el extraño muchacho que rompe el musculo en tu pecho, la grieta de tu techo transformo dichos en hechos y así penetro en ti como este aire que respiras, soy el rumor entre esquinas y avenidas
Amor significa el cuerpo, el alma, la vida, todo el ser. Sentimos el amor cuando sentimos el calor de nuestra sangre, respiramos amor con el aire que respiramos, lo tenemos en nosotros mismos cuando lo tenemos en nuestro pensamiento. Nada más existe para nosotros.
Soy estrictamente del tipo de los que se quedan al fondo, y mi carácter es una mezcla no llevadera de indiferencia exterior y arrogancia interior.
La singularidad siempre parece tener una gota de arrogancia
Imagínate tú que hace siglos que has muerto. No te preguntan las cosas, si pasas, quién eres. Procura un instante pensar que tus brazos no pesan. Son nada más que dos cañas, dos gotas de lluvia, dos humos calientes.
El aeronavego astral que habitó la Tierra en la civilización caldea trajo entonces naves con formas de gigantescos peces rojos y las usó para portar humanos seres al planeta Ki En Ki. Hoy de nuevo traerá sus gigantes naves rojas para igual salvar de los tres humos a los seres terrenos y por tales al Ki En Ki. ¡Les regresará en el año 2000!
En la vida, la mayoría de nosotros vamos a hacer cosas comunes; pero que lo más importante es hacerlas extremadamente bien para poder ir a la playa sin que lo reconozcan o sepa quien es; por que lo importante es la excelencia en el trabajo y no el ego ni la fama.
Las personas con un gran ego necesitan ser el centro de atención, ansían reconocimiento y les preocupa muy poco los demás. Por el contrario, una saludable autoestima nos permite respetar nuestros propios deseos y también los de los demás.
No soy un político de profesión. Nadie debe serlo, ya que nadie debe hacer prebenda y granjería del noble ejercicio del mandato parlamentario; pero sí soy -y con orgullo lo reconozco- político vocacional. Amo la política porque ella constituye un nobilísimo apostolado que le permite, a quien lo ejerce con decoro y patriotismo, servir a su pueblo y a su patria
Cuando manda el orgullo siempre reina la desgracia
No me parece que la luciérnaga extraiga mayor suficiencia del hecho incontrovertible de que es una de las maravillas más fenomenales de este circo, y sin embargo basta suponerle una conciencia para comprender que cada vez que se le encandila la barriguita el bicho de luz debe sentir como una cosquilla de privilegio
Si fueramos una partida de pedantes que contempláramos el mundo desde la atalaya de la suficiencia y de la infabilidad, empleando siempre los mismos procedimientos de lucha y la misma táctica, sin preocuparnos de los cambios de situación, entonces no seríamos el Partido del proletariado.
Es necesario que tu película despegue. La hinchazón y lo pintoresco le impiden levantar el vuelo.
Pronto cansa la altanería de una mujer hermosa; nunca aburre la de una mujer buena.
A la sazón, el verano y el humo habían pasado. Los delfines aún jugaban, arqueando el horizonte, pero sólo para levantar recuerdos de puertas espirituales.
La fábrica, desde luego, es una enorme construcción que, lejos de estar rodeada de árboles, se levanta en medio de un espacio desnudo casi a la altura de las colinas cercanas. Al lado del edificio, una chimenea parecida a un obelisco, se eleva a más de diez metros sobre el edificio y parece aún prolongarse hacia el cielo por las negras columnas de humo que de ella salen.
Vale más tener menos, que más con peligro de soberbia
Yo fui responsable de no haber aportado. Cuando hablo de esa vanidad que nos ocupa a todos tras el éxito, también me incluyo porque yo hice un uso indebido de la verdad, un uso exagerado de la verdad. Y tan severa fue que habrá tenido que ver con esa soberbia que nos invade a todos cuando creemos que tenemos que presentar nuestros derechos con contundencia.
El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del castigo y el lugar de obtención de la verdad. Y de la misma manera que la presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento de culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado del tormento es a la vez una medida para castigar y un acto de información.
Para mi, buscar la sencillez y lucidez es un deber moral de todos los intelectuales; la falta de claridad es un pecado y la presunción un crimen.
El que se vanagloria de su linaje, alaba lo ajeno.
El que cae en pecado es un hombre; el que de ello se duele es un santo; el que se vanagloria es un diablo
El instinto es un consejero leal; en tanto que la pedantería es un aire mefítico que ahoga los buenos sentimientos
Lo que se llama erudición y lo que se llama estilo, generalmente no es más que pedantería y amaneramiento.