Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de Dios
La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable
La economía debe existir para el hombre, y el hombre no debe ser esclavo de la economía. Nada más opuesto al espíritu del cristianismo que esta ideología optimista, que admite que el más fuerte y el vencedor, desde el punto de vista económico, es forzosamente el mejor; que la riqueza es una recompensa concedida al hombre en gracia a sus virtudes.
La gracia es la mayor dádiva de cuantas Dios puede dar a una pura criatura en esta vida.
La agudeza consiste en saber la semejanza de las cosas diferentes, y la diferencia de las cosas semejantes.
Ni lo uno ni lo otro. Toda la obra de Costa está impregnada de un verdadero culto a la libertad. Y esto es a mi juicio más auténticamente representativo de la personalidad de Costa que unas cuantas frases pronunciadas o escritas las más de las veces a propósito de temas de los que provocaban con mayor agudeza su falta de ponderación y mesura, no tanto en las ideas como en las palabras.
La distinción de las formas específicas y el no estar ligadas entre sí por innumerables de transición es una dificultad muy evidente
Pero es que he tenido un autor en casa. Yo he visto, he estado presente en cada una de las canciones que Víctor ha parido. Yo sé cómo las hace, sé lo que le cuesta, sé lo que es ser autor, y la grandeza y la dificultad que esto conlleva.
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha deseado comprender la complejidad de la naturaleza en términos del menor número posible de conceptos elementales
El diagnóstico reduce la complejidad del sufrir y del vivir la enfermedad
La extrema complicación es contrario al arte.
El verdadero precio de todo, lo que todo realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirlo, es el esfuerzo y la complicación de adquirirlo.
Los goles valen todos iguales, si son de rebote no hay drama. Obvio que un gol lindo deja otro sabor, pero para el resultado no importan las formas
Cuando amamos, el amor es demasiado grande para caber entero en nosotros; irradia hacia la persona amada, encuentra en ella una superficie que lo detiene, lo obliga a regresar hacia su punto de partida y este rebote de nuestro propio cariño es lo que llamamos los sentimientos del otro y que nos fascina mas que en el viaje de ida, porque no reconocemos que procede de nosotros.
Nunca he pensado en nada, solamente de golpe me doy cuenta de lo que he pensado, pero eso no tiene gracia, ¿verdad?, ¿Qué gracia va a tener darse cuenta de que uno ha pensado algo? Para el caso es lo mismo que si pensaras tú o cualquier otro. No soy yo, yo. Simplemente saco provecho de lo que pienso, pero siempre después, y eso es lo que no aguanto.
Me piden lo profético que hay en mí, con melancolía y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.