Si la libertad política y la libertad económica han sido hermanas en la historia de la libertad, es el incestuoso apareamiento de la riqueza y el poder lo que supone la amenaza más grave para nuestra democracia. Si la riqueza puede intercambiarse fácilmente por poder, la concentración de cualquiera de las dos puede doblar el potencial de corrupción de ambas.
Soy yo quien no busco la riqueza; el mando militar lo rechazo; la fornicación la aborrezco; no me dedico a la navegación llevado por codicia insaciable; huyo de la vanagloria. Veo que uno solo es el sol para todos, una sola también la muerte, ora a través del placer, ora de la indigencia
Es indubitable que en un futuro mediato se inventará el electromicroscopio más poderoso; entonces el cancro será perceptible para los científicos ultramodernos. Es ostensible que este germen fatal llega al planeta Tierra sumergido entre las corrientes electromagnéticas de la constelación de Cáncer. A todas luces resulta que el cáncer es el karma de la fornicación
El Universo, visto así, es un universo infernal, porque vivir sin creer en Algo es como ejecutar el acto sexual sin amor.
El acto sexual es un saludo que intercambian dos almas.
Hay una razón primordial por la cual debemos leer. A la información tenemos acceso ilimitado; ¿Dónde encontraremos la sabiduría?
Es el Estado quien debe garantizar las condiciones necesarias que permitan la libre circulación de ideas y opiniones, el ejercicio de la libertad de expresión, y el derecho de acceso a la información de todos los ciudadanos, piezas esenciales de nuestras conquistas democráticas
El golfo eres tú, que sabes lo que tes estás llevando, que has puesto la mano por todo y has convertido el ayuntamiento en una casa de atracos. A mí nunca nadie me ha dado ni un duro, y tú, nada más llegar, lo primero que pones es la comisión.
Estamos hartos de que la extrema derecha dirija el ayuntamiento, no de la derecha, sino de la extrema derecha. Queremos un ayuntamiento de izquierdas.
Los relojes de arena no sólo nos recuerdan la veloz huida del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos
Y nada está seguro de sí mismo, ni en la semilla en germen, ni en la aurora la alondra, ni en la roca el diamante, ni en la compacta oscuridad la estrella, ¡cuando hay hombres que amasan el pan de su victoria con el polvo sangriento de otros hombres!