El dinero es miel, mi hijo querido y el chiste del rico siempre es divertido.
El humor es el más picante de los condimentos en el festín de la existencia. Ríanse de sus errores pero aprendan de ellos; alégrense en sus penas pero ganen fuerza con ellas; hagan un chiste de las dificultades, pero vénzanlas.
M. Pernety me informó que él le ha comunicado mi nombre. Esto me lleva a confesarle que no soy tan completamente desconocida para usted, como podría creer, pero que por temor a la burla ligada a una mujer científica, he adoptado previamente el nombre de M. LeBlanc en la comunicación de aquellas notas que, sin duda, no merecen la indulgencia con la que me ha correspondido
Amor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios ? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.