Cuando apareció la televisión se dijo que la radio se acabaría, que el nuevo medio nos iba a arrinconar, pero ha ocurrido al contrario, yo creo que la radio está hoy más fuerte que nunca
Las leyes son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso.
Su pálida frente es un mapa confuso: la abultan montañas de hueso, que forman lo raro, lo inmenso, lo espeso de todos los siglos del tiempo difuso.
El lenguaje es sabor que entrega al labio la entraña abierta a un gusto extraño y sabio: despierta en la garganta; su espíritu aun espeso al aire brota y en la líquida masa donde flota siente el espacio y canta.
¡Qué delicioso alborozo sentía correr por mis venas, cuan agradablemente todo mi ser respondía a las vibraciones y efluvios de aquel día gris saturado de una esencia primaveral, que en sí parecía lenta en percibirse!
Pensamos que ya era tiempo de ser románticos, y entonces confeccionamos un paisaje ad-hoc, saturado del más puro idealismo, y barnizamos la luna de melancólico color.
La solución al poder concentrado es otorgarle menos poder al gobierno, no más.
El poder concentrado ha sido siempre el enemigo de la libertad.
Sospecho, sin embargo que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos.
El silencio de un envidioso está lleno de ruidos.
Yo soy yo. Lo que tengo lo hice yo... Hago lo que quiero con la gente y lleno el Luna Park. Y además, canto porque me gusta y hago teatro porque me gusta. A Ringo Bonavena lo hice yo. Ya no es como antes. A los boxeadores los miraban como a locos, a tarados, a borrachos. Ya no somos más gladiadores. Somos artistas
A la humanidad le espera un infierno. Un infierno de planeta, desértico y sin agua, y atestado de gente. Esa paradoja es desesperante. Ahí se entenderá en toda su magnitud la frase de Sartre sobre que el infierno son los demás
Mustafa, el marido de Saniya, había adoctrinado a los niños en la creencia de que la pasión es la antítesis de la moralidad. Sólo cuando Amal dejó de lado la sofocante moralidad de su padre pudo experimentar la pasión.
El brasileño no está preparado para ser 'el más grande del mundo' en cosa alguna. Ser 'el más grande del mundo' en cualquier cosa, aunque sea en escupido en distancia, implica una grave, pesada y sofocante responsabilidad.
A lo largo de mis 28 años han vivido muchas historias. Soy un hombre intenso y luchador en el amor, pero también un libertino en lo que a él se refiere...
El amor es sin duda el más intenso de los sentimientos porque es una suma de muchos; en el amor, como yo lo entiendo, confluyen la necesaria química entre dos personas, el erotismo, la lealtad y la más absoluta sinceridad.