Es por cierto bien característico el que el debate se haya encarnizado en cuanto se trata de la estética de la fotografía como arte, mientras en cambio apenas se repara en el hecho social que sin duda es menos problemático del arte en tanto que fotografía.
Éste tenía la impresión de que su hermano había luchado con menos ahínco contra los deseos impuros, y había aceptado sus derrotas con espíritu más bien alegre. Pero lo importante era que ambos habían hecho las paces con las pasiones, el más encarnizado enemigo de la vida monástica.