Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?
La amistad es la manía de todos los retóricos morales; es para ellos néctar y ambrosía
Actuar no está tan lejos de la enfermedad mental: Un actor trabaja en la división de su carácter en otros. Es como una especie de esquizofrenia
La esquizofrenia no puede entenderse sin comprender la desesperación
Es también la locura del amor: creer posible el reencuentro con la comunicación a la primera oportunidad entre un ser y otro.
La verdadera locura es tan rara como la verdadera sabiduría. Quizá no sea en el fondo, otra cosa que la sabiduría misma, que cansada ya de saberlo todo y de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la resolución de volverse loca.
Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tal trabajo. el hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo.
Mientras el trabajo se percibía como una alienación cabía hacerle desempeñar un papel subversivo (...) Pero en nuestra nueva logística de interacción hombre-máquina ya no hay tan trabajo. El hombre y la máquina están en interfaz. Ya no existe un sujeto del trabajo.
El verdadero y más grave peligro en este momento está en el desequilibrio ente posibilidades técnicas y energía moral.
Creo que la ansiedad que circula en mi vida nace de un desequilibrio entre lo que soy lo que debería ser. Mi ansiedad no se origina en una visión del futuro sino en el deseo de sujetarlo a mi voluntad.
El amor verdadero consiste en un olvido absoluto de la ley de la especie, logrado mediante la gozosa enajenación de las almas en la comunión eterna y elevada.
La idea de que la apariencia no es todo sino que hay algo que se esconde es la posición tradicional de la filosofía, pero ahí ya se deja ver la enajenación