Sus pechos nadaron hacia mí como dos peces de morro rosado, y Brenda me permitió sostenerlos. Luego, en un instante, fue el sol quien nos besaba a ambos y ya estábamos fuera del agua, demasiado satisfechos mutuamente como para sonreír.
Primero, creía que Zapatero se lo tomaba en serio. Después, pensé que no se enteraba. Y ahora pienso que tiene un morro monumental.
Y nada está seguro de sí mismo, ni en la semilla en germen, ni en la aurora la alondra, ni en la roca el diamante, ni en la compacta oscuridad la estrella, ¡cuando hay hombres que amasan el pan de su victoria con el polvo sangriento de otros hombres!
La vida probablemente es tan antigua como la Tierra; estábamos procurando encontrar en la roca primitiva indicios de sopa o magma original y en cambio encontramos moléculas complejas.