(En respuesta a la observación del papa Pablo VI, quien comentó que los judíos, habiendo siendo un pueblo tan dócil y pacífico a lo largo de la historia, sea tan firme y decidido desde que tiene su propio país): Su Santidad, cuando fuimos compasivos y débiles y no tuvimos nuestro propio lugar donde vivir, nos condujeron a las cámaras de gas
El mar, por su naturaleza, estaría tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estaría quieto y sería dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen.
El hombre es un animal salvaje que, en las sociedades civilizadas, se ha domesticado a sí mismo.
La ley conserva, la revolucion renueva, quien ajusta sus actos a la ley no es a lo sumo mas que un buen animal domesticado pero no un revolucionario
El ego es sordo; sordo y ciego. El ego debe ser domado
Administrad la justicia con ecuanimidad y rectitud y, si es necesario, con rigor y ejemplaridad. Pero cuando la naturaleza de las gentes y las cosas lo permitan, sed también misericordioso y benigno
En los penales, los mataba a todos. Me paraba cerca de la pelota para que el arquero no puediera reaccionar y la tiraba suave a la punta... y póngale la firma que iba a cobrar. De 68 me sacaron sólo 4.
Los consejos son como la nieve; cuando más suave cae, más dura en el suelo y más se profundiza en la conciencia.
Una palabra afable nada hace perder.
Él, tan apacible y tranquilo de ordinario, había visto evaporarse en el aire tanto sus buenos principios como su mansedumbre.
Mientras tanto, en los altos mandos del ejército se daban la gran vida. Los menús del cuartel general ya no están al alcance de ningún bolsillo, teniendo en cuenta los precios actuales; pero, eso sí, uno se quedaba más tranquilo al ver que los nombres de todos los manjares venían escritos en alemán: eso les daba un sabor más patriótico.
Ningún otro país de la América meridional se halla en iguales condiciones geográficas que Bolivia. El Brasil, a pesar de su enorme extensión, pertenece a los sistemas hidrográficos del amazonas y del plata, pero no del pacífico. La Argentina pertenece al plata y el atlántico, pero no al amazonas. El Perú al pacífico y amazonas, no del plata. Chile al pacífico.
Yo prefiero cantar a la tierra fértil y fragante. No creo que nunca la áspera voz de los motores valdrá la más tímida canción del trovador, ni el pacífico refrán de fuentes cristalinas, ni el sonido de la siega cuando abate los meses.
No estoy sereno no hay razones para estarlo, no estoy sobrio no hay razones para estarlo
...un carácter templado para la adversidad; sereno en la lucha y magnánimo en la victoria..., un alma recia para no embotarse en los dardos de las perfidias, un gran espíritu de sacrificio y una alta conciencia del deber.
La Beatlemanía es como un huracán....es calmado en el centro. Menos mal que nosotros aún estamos allí
Al cabo de un tiempo, cuando su ira se haya calmado y esté encarrilada en una nueva rutina, echará de menos a alguien con quien hablar, un cuerpo firme que tocar, una cara barbuda que besar. Entonces pensara en mí.
La música es un amante dócil y obediente que se somete a todos los caprichos, como la odalisca que para complacer a su señor le ciñe el cuello con el collar divino de sus brazos, o guarda reposa en actitud discreta refrescando la atmósfera con su abanico.
El príncipe puede matar un millar de dragones, pero no puede destruir castillos o destronar reyes. No va con su carácter. Es un hijo obediente que trata, ¡Ay de él!, de ser digno del hombre al que llama su padre.
Al hombre comedido le basta con lo suficiente
Todo lo que hace la gente es tan...No sé...No erróneo, ni siquiera malo, ni estúpido necesariamente. Pero sí tan pequeño y sin sentido y...Que inspira tristeza. Y lo peor es que si se vuelve bohemio o algo chiflado, está siendo conformista como todos los demás, sólo que de un modo diferente.
Anhelaba las aguas profundas. Me presionaron hasta convertirme en una modosa sardina conformista cuya espina dorsal fue pareciéndose a la de las otras, suave y lacia como un aborto de lombriz.
El estado no es más que el bozal que tiene por objeto volver inofensivo a ese animal carnicero, el hombre, y hacer de suerte que tenga el aspecto de un herbívoro.
El poder centralizado no se vuelve inofensivo por las buenas intenciones de quienes lo crearon.
Que de la corte hace aldea el que quiere vivir quieto
El amor es una palabra un pedacito de utopía es todo eso y mucho menos y mucho más, es una isla una borrasca, un lago quieto sintetizando yo diría que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra una esperanza un fantasmita
Por mi parte, prefiero acariciar que apresar, tomar algunos desvíos agradables en mi camino que ir directamente hasta la meta, permanecer en el umbral de un rostro, de un ser, antes de acercarme, el pasar por simple antes que pareces estar informado de todo
El servicio público tiene la obligación de proporcionar ciertos tipos de bienes y servicios por el simple hecho de que son de interés público.
Pertenezco a un pueblo y a una cultura que no se ha resignado a darle la última palabra al dolor y ha convertido sus pesares en materia de esperanza. El judío confía en una interpretación más y cree que es posible volver a empezar. El holocausto no tuvo la última palabra.
Lo que nos diferencia a los valencianos es que no nos hemos resignado nunca, ni hemos esperado a que hagan las cosas por nosotros.
El hombre, completamente averiado por la biblioteca y el museo, sometido a una lógica y a una sabiduría espantosas, ya no ofrece ningún interés. Por consiguiente, debemos abolirlo de la literatura y finalmente sustituirlo por la materia.
Los libros no están hechos para pensar, sino para ser sometido a investigación.
Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes: ¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas. Diógenes contestó: Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador
En el mundo no hay nada más sumiso y débil que el agua. Sin embargo, en atacar lo que es duro y fuerte, nada puede superarla
Los que ayer fueron bosques y selvas de agreste espesura, donde envueltas en dulce misterio al rayar el día flotaban las brumas, y brotaba la fuente serena entre flores y musgos oculta, hoy son áridas lomas que ostentan deformes y negras sus hondas cisuras
Yo soy la Codicia, engendrada por un avaro en un viejo bolsón de cuero, y, de cumplirse mis deseos, haría que esta casa y cuantos en ella hay se convirtieran en oro para poder encerrarlos en mi buen cofre. ¡Oh, mi dulce oro!
El buen lenguaje clásico llamaba doméstico a todo hombre que servía. Y era justo. El hábito de la servidumbre trae consigo sentimientos de domesticidad, en los cortesanos lo mismo que en los pueblos.
Seguramente la primera etapa de la cultura humana se basó menos en el empleo del animal doméstico que en los servicios prestados por hombres de raza inferior
No queremos ricos, no queremos sacerdotes ni gobernantes; no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con ley a esos bribones, ni malvados que en nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los lobos sin resistencia y sin protesta. Porque cualquiera que esté una pulgada arriba de nosotros es enemigo
No me mataréis como un cordero sólo moriré donde yo quiero.