No, es que yo no quiero más nadar en piletas. Quiero vivir aquí, más quiero cambiar, cambiar para sentirme vivo y te daré una flor antes que un decadrón... ¡Oh! Mi amor, estoy tranquilo pero herido.
El congreso es un haz de corrompidos; hay un grupo que trabaja el oro extranjero y que ha corrompido a muchas personas. Hay un hombre acaudalado que ha envilecido la prensa y ha envilecido los hombres. Las fuerzas parlamentarias han fluctuado entre vicios y ambiciones personales. El pueblo ha permanecido tranquilo y feliz, pero la oligarquía lo ha corrompido todo.
Con el ceño endurecido desafío fríamente los mil dedos que me señalan, humillando la frente, cual manso buey, sirvo gustoso al niño.
¿Qué pasará amor si mis pies a seguir tu huella se afanan y mis manos en perseguir hojas al viento, si convierto atormentadas nubes en llovizna y desquebrajadas olas en manso huracán, si mi voz repite que te amo en la penumbra, y tus besos es lo único que quiero?
Ella ofrece su mejilla como cuando él le llevó las rosas y él se quita el sombrero y la besa en las dos. Cuando se aleja, después de verla entrar, se lleva consigo una suavidad en los labios, un roce de cabellos en su frente, un sereno perfil en su memoria.
No estoy sereno no hay razones para estarlo, no estoy sobrio no hay razones para estarlo
No hay que buscar en lugares raros ni inventar cosas artificiales. En cualquier perro, gato, chico indefenso o sonriente hay algo para contar. Es cuestión de saber mirar, tanto antes como ahora.
Nadie debe viajar hasta que no haya aprendido el idioma del país que visita. De lo contrario se convierte voluntariamente en un bebé, tan indefenso y ridículo.
Naturaleza no es lo que vemos, la montaña, el poniente, la ardilla, el eclipse, el abejorro, no, naturaleza es el cielo, naturaleza es lo que oímos, el bobolink, el mar, el trueno, el grillo, no, naturaleza es la armonía, naturaleza es lo que sabemos, no tenemos arte para decirlo, tan impotente es nuestra sabiduría para tanta simplicidad.
Había sido impotente para luchar contra ellos, y ahora era casi impotente para luchar por ellos. Los detestaba por haberle impuesto tal impotencia.
La democracia es dos lobos y un cordero votando sobre qué se va a comer. La libertad es un cordero bien armado impugnando la votación
Sigo creyendo que una día la humanidad se inclinará delante de los altares de Dios y será coronada triunfante sobre la guerra y el derramamiento de sangre, y que el buen redentor no-violento proclamará el gobierno de la tierra. Y el león y el cordero se yacerán juntos, y cada uno se sentará debajo de su vid y de su higuera, y no habrá quien tenga miedo. Sigo creyendo que vamos a superarlo!