Mientras tanto, en los altos mandos del ejército se daban la gran vida. Los menús del cuartel general ya no están al alcance de ningún bolsillo, teniendo en cuenta los precios actuales; pero, eso sí, uno se quedaba más tranquilo al ver que los nombres de todos los manjares venían escritos en alemán: eso les daba un sabor más patriótico.
Si un hombre me retase en alguna ocasión, me lo llevaría con amabilidad y misericordiosamente de la mano a un lugar tranquilo para después matarlo
Para lograr el conocimiento del espíritu, es indispensable la pureza de corazón: desechando todo mal pensamiento, manteniendo el ánimo sosegado sin jamás agitarse, ni irritarse por nada.
Señor, yo soy un hombre pacífico, manso, sosegado y sé disimular cualquier injuria porque tengo mujer e hijos que sustentar y criar.
Su contemplación le despertó numerosos recuerdos, pero la dulzura melancólica de aquel rostro calmó sus emociones.
Es espantoso dirigir a este gran pueblo pacífico a la guerra, a la más terrible y peligrosa de todas las guerras, en la cual la civilización misma parece estar en la balanza
Yo prefiero cantar a la tierra fértil y fragante. No creo que nunca la áspera voz de los motores valdrá la más tímida canción del trovador, ni el pacífico refrán de fuentes cristalinas, ni el sonido de la siega cuando abate los meses.
El afán, aun de las cosas muy buenas, debe ser templado y reposado
No hay nada tan apacible como las esposas infieles, pues ponen tanto empeño en ocultar sus propios pasos que vigilan los del prójimo infinitamente menos que las mojigatas.
Las espadas y lanzas por sí mismas son inofensivas; el que por sí mismo es apacible y sin maldad alguna, se volverá feroz y terrible a causa de las malas compañías.
No estoy sereno no ay razones para estarlo no estoy sobrio no ay razones para estarlo
Yo cultivo el valor sereno de morir sin matar... Yo sé que la no violencia es infinitamente superior a la violencia, que el perdón es más civil que el castigo. El perdón es la mejor cualidad del soldado. Pero abstenerse de castigar no es perdón, sino cuando existe el poder de castigar. No tiene ningún sentido en una criatura impotente... (Marzo de 1919).
En mis jardines, en mis casas, siempre he procurado que prive el plácido murmullo del silencio, y que en mis fuentes cante el silencio.
Personas que sueñan cuando duermen en la noche conocen un tipo especial de felicidad que el mundo de hoy no conoce, un plácido éxtasis, y la facilidad de corazón, con miel en la lengua. También saben que la verdadera gloria de los sueños reside en su atmósfera de ilimitada libertad.
Al hombre comedido le basta con lo suficiente
Hoy me quedo donde estés tejiéndonos la piel con cosas del querer.
Su único fin debe ser por un avenimiento... o veremos transformarse el país en puros salvajes... (desgraciadamente esta premonición de Belgrano fue desoida y efectivamente Argentina quedó sumergida durante décadas en una terrible guerra civil).
Todo lo que el hombre hace a los animales, regresa de nuevo a él. Quien corta con un cuchillo la garganta de un buey y permanece sordo ante los bramidos de temor, quien es capaz de matar impávido a un atemorizado cabrito, y se come el pájaro, al que él mismo ha alimentado, ¿cuán lejos está del crimen un hombre así?
Ver el Bósforo siempre me ha sentado bien. Frente a la derrota, al desplome, a la opresión, a la amargura y a la pobreza que pudren por dentro la ciudad, el Bósforo está unido en lo más profundo de mi mente a sensaciones de unión a la vida, de entusiasmo por vivir y de felicidad. El espíritu y la fuerza de Estambul le vienen del Bósforo.
No, estoy montando guardia. Ferayear respondiendo a la pregunta de ¿Te estas duermiendo? cuando estaba en estado de embriaguez sentado en el retrete.
Me levantaré como las mujeres de quienes provengo. Una y otra vez, cuantas veces sea necesario, como el Ave Fénix, y mi nueva canción será aún más dulce que la última.
Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo pasa a ser mi universo, el credo que se nutre; la aromática lámpara que alzo estando ciego cuando junto a la sombras los deseos me ladran.
Un despreocupado paseo o una borrachera accidental en tierra bastan para desvelarle los secretos de todo un continente, y con frecuencia descubre que el secreto no vale la pena.
No hay animal tan manso que atado no se irrite
¿Qué pasará amor si mis pies a seguir tu huella se afanan y mis manos en perseguir hojas al viento, si convierto atormentadas nubes en llovizna y desquebrajadas olas en manso huracán, si mi voz repite que te amo en la penumbra, y tus besos es lo único que quiero?