El pecho le dolía como si se lo hubiesen abierto para sacarle el corazón. Sentía allí un vacío atroz, un vacío real que no podía calmarse hasta que pudiera colocar allí el corazón de Cristina. Son estos fenómenos de una psicología particular que, según parece, no pueden ser comprendidos sino por aquellos a quienes el amor ha asestado ese golpe que en el lenguaje corriente se llama el flechazo.
En mi pecho reclina tu cabeza galana; júrame dulces cosas que olvidarás mañana y hasta el alba lloremos, mi pequeña fogosa.
Codelco es como una vaca fina holandesa que produce muchos litros de leche, pero hay una teta lateral que sirve para engordar terneritos ajenos
No ha cambiado el mismo espíritu que tenía, me gustaba más un micrófono que un chupete