Boguemos, boguemos, la barca empujad, que rompa las nubes, que rompa las nieblas, los aires las llamas, las densas tinieblas, las olas del mar.
Con sus largos remos, parecidos a poderosas aletas, se producen remolinos en cada lado de la barca y se hace caer como lluvia de perlas las gotas sobre la superficie del agua; a voluntad se abre el líquido en surcos espumosos, y detrás se deja una larga estela donde vibra la luz serpenteando.
¡Cosa curiosa! el primer síntoma del verdadero amor en un joven es la timidez, en una muchacha es la audacia.
Hay que salir y gozar del buen tiempo: gargarismos musicales de los canarios; sombras de las figuras geométricas de Picasso que ensamblan en los cuerpos como una vida en otra vida; muchacha estilo Chagall, que se escarba las narices con el índice.
En tu vida, te encontrarás con muchas bandas mierda y mucha gente mierda, si alguno de esos hijos de puta te pone algún apodo, por tu forma de vestir o ser, quiero que lo mires a los ojos, levantes tu dedo del medio y le grites ¡VETE A LA MIERDA!, o al menos, eso haría yo.
El hijo de puta es un bailarín de ballet. Es el mejor bailarín de ballet que ha existido. Si tuviera la oportunidad, lo estrangularía con mis propias manos
¿No es usted la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted.
—señorita Cripslock, señorita Cripslock... esta mañana me he levantado sin otra idea en la cabeza que adelantar papeleo de la Oficina de Correos y a lo mejor resolver el problema del dichoso sello Especial Verde Col de veinticinco peniques. Ya sabe, el que da una col si se planta. ¿Cómo puede esperar que tenga ideada una nueva iniciativa fiscal para la hora de la merienda?
No soy ruiseñor, sino urraca de grito agrio que se oculta en el fondo de los bosques para no ser oída sino por ella misma.
No nos es posible tener un ensueño de felicidad, sin imaginarnos inmediatamente que flotamos con seres queridos en una barca que surca las aguas impelida por remos que se sumergen acompasadamente.
Un día, Valero Rivera, un buen amigo, me dijo algo que nunca he olvidado. Me comentó que el Barça nos hace buenos a todos. Vive la vida dando gracias a esta institución, me aconsejó
La más señora de todas las puta, la más puta de todas las señoras
¿Qué cosas desea hacer antes de morir? -Ninguna en especial. Bueno, preferiría no morirme, claro. Pero tarde o temprano la distinguida dama llega, el problema es que a veces no es una dama ni mucho menos es distinguida, sino más bien, como dice Nicanor Parra en un poema, es una puta caliente, que es algo que hace dar diente con diente al más pintado.
—señorita Cripslock, señorita Cripslock... esta mañana me he levantado sin otra idea en la cabeza que adelantar papeleo de la Oficina de Correos y a lo mejor resolver el problema del dichoso sello Especial Verde Col de veinticinco peniques. Ya sabe, el que da una col si se planta. ¿Cómo puede esperar que tenga ideada una nueva iniciativa fiscal para la hora de la merienda?
Su Majestad es una señorita muy linda, pero no tiene mucho que decir.