¿Cómo define usted la magia? Primero dígame. Para mí todo es magia. El hecho de que usted puede hacer así dijo, con su rostro dando vueltas, o yo puedo hacer así con la mano derecha de arriba a abajo, como si sostuviera uno de sus pinceles. Todo es totalmente mágico. Mire la gata, ¿No le parece mágica?
En su rostro advertí realmente aquella niebla que suele subir siempre mientras dura la sensación de placer que produce el creerse por encima de otros.
Quien conozca sólo su propia cara del caso sabe poco de él.
Con un brazo me mantiene sujeta, pegada a él, y con los dedos de la otra mano me recorre suavemente la cara para asegurarse de que no me he hecho daño. Su pulgar me roza el labio inferior y contiene la respiración. Me mira fijamente a los ojos, y por un momento, o quizá durante una eternidad, le sostengo la mirada inquieta y ardiente, pero al final centro la atención en su bonita boca.
En un libro habla el entendimiento; en la fisonomía se revela el alma.
Tú has visto con frecuencia por la noche cómo ciertas estrellas cambian su luz: tan pronto son perlas de sangre como destellos aterciopelados violáceos. Y has visto también cómo el arco iris se desplaza sobre una burbuja transparente...Así, en un tornasol inexpresable, brillaban, sobre la fisonomía inmutable de Jesús, la luz y los colores de toda nuestra belleza.
Viejo océano, tu forma armoniosamente esférica, que alegra la cara grave de la geometría, me recuerda demasiado los ojos pequeños del hombre, similares por su pequeñez a los del jabalí, y a los de las aves nocturnas por la perfección circular de su contorno.
Debes ver la cara de la muerte para empezar a escribir seriamente.
El envase de cualquier refresco enterrado en un estrato a veinte metros de profundidad bajo la civilización que entonces se mueva en la superficie de la tierra estará cargado de misterio y de energía.
El amor, como la lluvia, puede vivificar desde arriba, empapando a las parejas de gozo. Pero a veces, bajo el enfurecido calor de la vida, el amor se seca en la superficie y debe vivificarse desde abajo, extendiendo sus raíces, manteniéndose vivo.