¡Oh, todo esto puede ser útil para mostrar que, aunque los viciosos pueden a veces llevar la aflicción a los buenos, su poder es transitorio y su castigo cierto; y que el inocente, aunque oprimido por la injusticia, apoyado por la paciencia, podrá triunfar finalmente sobre la desgracia!
Esto me causó una gran aflicción y me hizo comprender, aunque demasiado tarde, la estupidez de iniciar un trabajo sin calcular los costos ni juzgar la capacidad para realizarlo.
Brevísima y llena de congoja es, en cambio, la vida de los que olvidan el pasado, no se cuidan del presente y temen el porvenir
¿Quién podría ser tan arrogante como para saber cuáles son los actos que se unen y sostienen mutuamente y cuáles los que caerán en el ridículo y en el olvido fuera de lo que merece llamarse un patrimonio? En vez de insistir en esto, más vale que nos impongamos la única norma importante: mantenernos libres de tristeza y de indiferencia.
La vida es como una rueda del parque: un rato baja a la tristeza y otro baja a la alegría.
Vivo enraizado con mi país. Pero quizás por mi devoción a San Martín, Bolívar, Sucre y Artigas a veces sufro más como latinoamericano que como argentino, a pesar de estar machimbrado con mi tierra.
A la gente le encanta hablar de sus enfermedades, a pesar de que son las cosas menos interesantes de sus vidas.
La pesadumbre es una enfermedad en la que cada paciente debe tratarse a sí mismo.
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
Presidente – le gritaba el marqués desternillándose de risa -, sin duda esto es un designio de la providencia, es el talión, amigo mío, la ley del talión, la ley predilecta de vuestros tribunales, ¿por qué os quejáis de estar colgado así? ¿acaso no condenasteis a menudo al mismo suplicio a quienes no se lo merecian tanto como vos?
El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del castigo y el lugar de obtención de la verdad. Y de la misma manera que la presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento de culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado del tormento es a la vez una medida para castigar y un acto de información.
Me gustaría deshacerme de las ilusiones. A mí lo que me fascina es tratar de acercarme a lo real, pero no sabemos nada. Y hoy vivo entre el aburrimiento y la vergüenza de pertenecer a un género animal como el ser humano. Por eso me gustaría ser un elefante, pero salvaje, no dejarme de nadie; aunque la tortura continúa, dentro de la poca libertad que logré.
Tu ausencia es un tormento que tortura sin matar.
Los mejores planes de ratones y hombres a menudo se frustran y no nos dejan más que sufrimiento y dolor por el gozo prometido.
La recompensa del sufrimiento es experiencia.
Para mí, el duelo público no se limita a la necesidad que se tiene de llorar personalmente a los muertos. Por cierto esa necesidad existe. Pienso que el duelo público da un valor a las vidas. Permite un tipo de conciencia aumentada de la precariedad de esas vidas y de la necesidad de protegerlas, y quizás también comprender que está precariedad se entienda más allá de las fronteras.
La sabiduría cura la melancolía, sólo con que seamos capaces de permitir que nuestro duelo y nuestro dolor se vean aliviados.
Cuando estamos señalando al terrorismo en el mundo y particularmente al terrorismo que se gesta en la guerrilla y los 'paras', tenemos que hacer nuestro propio acto de contrición y mirar también el terrorismo que se gesta desde el Estado con las desapariciones forzosas, las torturas, los inocentes en las cárceles, la violación de los derechos humanos
Me he consagrado a vivir, a concentrarme en la búsqueda de un equilibrio entre los tratamientos que alargan la vida y las acciones que la enaltecen. La realidad de este padecimiento no será un impedimento sino más bien una herramienta que usaré para cosechar y aprovecharé más y mejor el tiempo que se me ha dado.
Vivir cerca de personas cuya condición representa un reproche ético permanente es una fuente de incomodidad incluso para los ricos.
Si hay gozo en el mundo, el hombre de puro corazón lo posee. Y si en algún lugar hay tribulación y congojas, es donde habita la mala conciencia
El verdadero amante ansía la tribulación como el rebelde anhela el perdón y el pecador la misericordia.
Amargo sabe el pan ajeno, dice Dante, y pesados los escalones de una casa extraña, ¿Y quién mejor que la pobre pupila de una vieja aristócrata para conocer la amargura de la dependencia?
Nadie conoce toda la amargura de lo que aguarda en el futuro. Y si de pronto apareciera como en un sueño, la negaríamos apartando los ojos de ella. A esto le llamamos esperanza.
Tras un siglo de dominio colonial se encuentra una cultura rígida en extremo, sedimentada, mineralizada. El deterioro de la realidad nacional y la agonía de la cultura nacional mantienen relaciones de dependencia recíproca
Realmente, el asesino ha sido un estúpido. Con haber preparado un cultivo de bacilos y dárselo en la sopa...Precisamente yo estaba tomando la sopa o en el café, quiero decir -agregó él-, la cuenta estaba liquidada. ¿Y vos serías capaz de hacer tal cosa, de asistir a una agonía lenta? Aunque se reía a carcajadas, sus ojos estaban serios. Me contestó: ¿A una agonía? Y a diez...Si fuera necesario.
Cuando un niño comienza a sonreír, con una pequeña bifurcación de amargor y dulzura, las orillas de su sonrisa desembocan sin burlas en la anarquía del océano. Se siente mejor que nadie: juega a la gloria con los ángulos de la boca y ya cose la sutura irisada al conocimiento infinito de la realidad.
Un buen arrepentimiento es la mejor medicina que tienen las enfermedades del alma.
El crimen cometido por los alemanes es el más abominable que recuerda la historia de las llamadas naciones civilizadas. La conducta de los intelectuales alemanes -como grupo- no fue mejor que la de la multitud. Incluso ahora no hay signo alguno de arrepentimiento o de deseo real de reparar lo que se pueda después de tan gigantescos asesinatos
Confío mucho en mí, voy muy tranquilo al rodaje, lo doy todo en cada una de las escenas, no me complico. A veces me dicen vamos muy ajustados, y yo les digo no te preocupes que te la clavo a la primera, no siempre, alguna vez fallo, claro está, no hay nadie perfecto, pero siempre intento dar el cien por cien y que la gente se quede contenta con mi trabajo
Aparta un amor viejo con un amor nuevo, como un clavo saca otro clavo.
Desgraciados los que miden mal y pesan mal; los que cuando otros miden, exigen la medida llena, y cuando miden ellos, disminuyen la medida y el peso de los otros
Es la época la que pone las imágenes, yo tan sólo me limito a ponerle las palabras; aunque, a decir verdad, tampoco será mi destino el tema de mi narración, sino el de toda una generación, la nuestra, la única que ha cargado con el peso del destino, como, seguramente, ninguna otra en la historia.
A los desposeídos y marginados si algo pudiera pedirles sería perdón por no haber acertado todavía a sacarlos de su postración
Por no tener ideales cayó el Perú en la postración más abyecta.
El colmo de la infelicidad oscila entre el estreñimiento y asistir sin ganas a una reunión mundana.
La felicidad es tan discreta que únicamente, una vez desaparecida, la infelicidad subsiguiente permite recordarla.
Toda división entre los bautizados en Jesucristo es una herida a lo que la Iglesia es y a aquello para lo que la Iglesia existe...
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
En el naufragio de la borrachera el amor propio es el único sentimiento que consigue mantenerse a flote
Conocemos por medio de nuestras facultades, y nuestras facultades están de tan intimo modo ligadas entre si, que lo que es conocer para las unas es sentir para las otras y querer para las restantes; a veces la voluntad es sentimiento y conocimiento, y frecuentemente el sentimiento suple o completa a la facultad que conoce y a la que realiza.
No puedo comprarlo o ¿Cómo puedo comprarlo? , son declaraciones que hacían funcionar el cerebro de mi padre rico. Lo obligaban a pensar y a buscar las respuestas. No puedo comprarlo invoca la tristeza. El desconsuelo que conduce a la desesperanza y, a menudo, a la depresión. ¿Cómo puedo comprarlo? te abre a las posibilidades, la emoción y los sueños.
El bar es un hotel de medio pelo que le cura el desconsuelo a los que no saben qué hacer con el desvelo
Él es sólo un hombre, también, y siente quizá la misma desesperación que devora a los desventurados que le suplican que les libere de ella. Luego se arrodillan ante las imágenes de los santos...Los invocan; a veces, los injurian. Suplican su intercesión, se quejan de su ineficacia, y acuden a algún otro cuyos méritos imaginan más altos a los ojos de Dios.
Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad.
La hora del amanecer es aquella en que el crimen pesa, la orgía se halla extenuada y hasta la desolación encuentra un albergue.
Deseo. Dos llamas que apagan su calor cuando están más fundidas, y tienen más desolación cuando parecen más unidas.
La aflicción que es aturdido y sin habla no está de moda: la mujer de hoy está de luto por su marido en voz alta y le explica toda la historia de su muerte, que aflige tanto, que no olvida el más mínimo detalle al respecto.
La dama de luto camina entre los escombros multicolores. Sospecha de espejismo
Por la Cruz, por la Patria y su gloria denodados al campo marchemos: si nos niega el laurel la victoria, del martirio la palma alcancemos.
El reclutamiento de cada granuja errante... para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.