Un tropezón puede prevenir una caída.
Deseaban verlo, tenerlo, y también deseaban sentir su ausencia, la tristeza de no poder hablarle, y el vuelco jubiloso en el corazón al verle aparecer de nuevo.
Lo implacablemente imprevisto, que había dado un vuelco erróneo, era lo que en la escuela estudiábamos como historia, una historia inocua, donde todo lo inesperado en su época está registrado en la página corno inevitable. El terror de lo imprevisto es lo que oculta la ciencia de la historia, que transforma el desastre en épica.
El imperio de los mediocres acabará con el vencimiento de la burguesía. Entre tanto será inútil disputarles el dominio del mundo
Un régimen puede, por razones políticas, optar por la bancarrota económica.
Si yo hubiese tenido que manejar mi empresa, me habría ido muy rápido a la bancarrota
Yo mismo me transformé en un autogenio. Tenía un bajón con el tango, lo había abandonado por completo y en cambio, era compositor de sinfonías, de oberturas, de conciertos para piano, música de cámara, sonatas. Vomitaba un millón de notas por segundo.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a la Magdalena de saldo y esquina.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, y, por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína
Al ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador que tenía una gran puntería le apuntó entre los dos ojos, y le rompió la cabeza.
Un salto corto es sin duda más sencillo que uno largo, pero nadie que quisiera cruzar un foso ancho empezaría por saltar hasta su centro.
Todos los pueblos hostiles a la familia han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma.
Programa de Mirtha Legrand.-¿Es cierto que lo acusan de enriquecimiento ilícito? Juez: -Mire, a mí deberían acusarme de empobrecimiento lícito.
En el país se produce un simple cambio de oligarquías; pero lo fundamental es que ese cambio en esencia no significa sino el fortalecimiento del capital, en desmedro de los intereses obreros.
Cambie mi postura por que prefiero renunciar a una actitud intelectual irreal, que mantenerla en desmedro de los intereses del país
¿Por qué habría de parecernos que contemplar como unos codiciosos empresarios salen enriquecidos del derrumbamiento de un Estado autoritario es mucho mejor que el propio autoritarismo?
Uno no puede asegurarse contra el derrumbamiento de su existencia.
Todo cruzamiento de razas provoca tarde o temprano la decadencia del producto híbrido, mientras el elemento superior del cruzamiento sobreviva en puridad racial. Cuando se ha bastardeado hasta el último vestigio de la unidad racial superior, es cuando desaparece para el producto híbrido el peligro de extinción
La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fué fundado.
La política es el arte de inventar un recurso a cada nuevo recurso de los contrarios, de convertir los reveses en fortuna; de adecuarse al momento presente, sin que la adecuación cueste el sacrificio, o la merma importante del ideal que se persigue; de cejar para tomar empuje; de caer sobre el enemigo, antes de que tenga sus ejércitos en fila, y su batalla preparada.
Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres más hábiles y más honrados. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política
El suicidio es una bancarrota fraudulenta.
En la noche sobre el mar de otoño sólo un rostro blanco flotando.
La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte.