El aire está tan cargado de humedad, que basta cerrar los ojos para hacerse la ilusión de que se está a la orilla de un arroyo, cuyas tranquilas aguas corren silenciosas.
Para saborear todo cuanto ofrece de delicioso un paseo por la orilla del arroyo, es preciso que el derecho de la pereza haya sido vencido con el trabajo y que el espíritu cansado tenga necesidad de adquirir nuevo aliento contemplando la naturaleza.
Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa
Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas. El camino hacia el ascenso de categoría, que controlaba la vida de un jugador, se había convertido en un meticuloso procedimiento de puntaje. Uno conducía el enfrentamiento con la única meta de ganar, y no había margen para recordar la dignidad y la fragancia del Go como arte.
Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina.
La memoria es un espejo opaco y vuelto añicos, o, mejor dicho, está hecha de intemporales conchas de recuerdos desperdigadas sobre una playa de olvidos.
Tengo mi derecho a dar mi opinión, a quejarme cuando alguien me roba. A lo mejor, el tío que utiliza un P2P para descargarse música tiene una hija a la que, un día, un cabrón le hace una foto cuando está en la playa y luego la cuelga en una web de contactos. Y entonces él se caga en el P2P...
Los avances tecnológicos han creado un monstruo: la capacidad cada vez más rápida y exacta de copiar una obra con un coste mínimo.
No nos arriesgaremos prematura e innecesariamente al coste de una guerra nuclear a escala mundial, en la cual incluso los frutos de la victoria serían unas cenizas en nuestros labios, pero tampoco eludiremos ese peligro en cualquier momento en que haya de hacérsele frente
Muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva.
El costo de una cosa es la cantidad de aquello que yo llamo vida, necesaria para adquirirla, ya sea a corto o a largo plazo
¡Fatal ceguera de las pasiones! ¡Le daba las gracias por contribuir a mi perdición, por allanar el camino a los extravíos que iban a llevarme al borde de la sepultura!
Todo es júbilo aquí: la alegre máscara del bailarín inmóvil y el asombro de la muchacha sorprendida al borde del acantilado, mientras el viento sueña con alacranes rubios y alfileres que la niebla diluye.
Vivimos un modelo social cambiante, con la reducción inevitable de las audiencias de los medios tradicionales ante Internet y el mundo digital. La presión de la inmediatez, el miedo que suscitan los cambios venideros no puede, ni debe, hacernos olvidar el compromiso inquebrantable que tenemos con la verdad, a pesar de que esta duela o no venda periódicos.
Los problemas no sólo desaparecen cuando uno los soluciona, sino cuando aparece otro mayor. A uno le deja de doler la cabeza, si le duele la muela. Ahora, esperemos que nos deje de doler la cabeza, sin que nos duela la muela.
La rebelión fue, no obstante, finalmente sofocada, pero esto quizás sólo fue posible gracias a la incondicional lealtad de los infantes de marina y a la reasunción voluntaria de esa lealtad de parte de sectores influyentes de la tripulación.
La consejera de Sanidad catalana marina Geli es una guarra, una puerca, una zorra repugnante.