España entera necesita una revolución desde el Gobierno, y que si no se hace desde el Gobierno, un trastorno formidable la hará; porque yo llamo revolución a eso, a las reformas hechas desde el Gobierno, radicalmente...Para que nadie pueda ser indiferente y tengan que pelear, hasta aquellos mismos que asisten con la resolución de permanecer alejados.
Hay una tendencia a considerar cualquier comportamiento humano que sea inusual, no bien conocido, o no bien entendido, como neurótico, psicópata, inmaduro, perverso, o la expresión de algún otro tipo de trastorno psicológico
Después de todo, la justificación para la lucha se da en el campo sensorial, se utiliza el sonido y la imagen para reclutarnos en una realidad y para hacernos participar en ella. En cierto modo, toda guerra es una guerra sobre los sentidos. Sin la alteración de los sentidos, ningún Estado podría hacer la guerra.
Provoca el mayor caos y alteración posible, pero no dejes que te cojan vivo
La humanidad debe implicarse de lleno en este asunto, y no demorar por más tiempo la modificación de las condiciones que causan la miseria de la tiranía de la pobreza a un gran número de personas.
Así como es imposible para Dios condenar al que conduce una buena vida y cree la verdad, así es también imposible para El salvar al que vive en la iniquidad y cree en falsedades; porque esto es igualmente contrario á Su Orden y por consiguiente contrario á Su Omnipotencia, la cual sólo puede operar con justicia, y las leyes de la justicia son verdades, que no pueden sufrir modificación alguna.
El mundo está en una transformación importantísima. Estamos cambiando de piel como sociedad, y esta crisis es el sonido del cambio. Cuando pase esta crisis, viviremos de forma distinta
Cartagena necesita con urgencia una revolución, una transformación radical, aquí se palpa aún la exclúsión, el racismo, la segregación del siglo 21, donde los pobres y los negros son expulsados fuera de las murallas de la ciudad linda, para que se ahoguen en la pobreza.
La mariposa, en cambio, salta del capullo en el instante mismo de su transfiguración en que como una flecha de nacimiento abre los ocelos de sus alas a la luz.
El carnaval parecía extenderse desde Venecia a lo largo de todas aquellas encantadoras playas, y el río estaba cubierto de naves que se dirigían hacia la ciudad, exhibiendo la diversidad fantástica de las máscaras. Hacia la caída de la tarde vieron con frecuencia grupos de danzantes bajo los árboles.
A la caída del Imperio romano de Occidente, la Iglesia lo sustituyó