Ahora apareces, resucitada tú entre todas las muñecas, con vestido de alma, a poblar mi jardín de niños muertos que juegan con la noche al escondite.
Sentí una necesidad agónica, toxicomaníaca, de inhalar, hasta reventarme los pulmones, el olor de ella: olor de escuelita, de tinta china, de encierro, de sol en el patio, de papel del estado, de anilina, de tocuyo vestido a flor de piel -olor de la tinta china, flaco y negro-, casi un tiralíneas de ébano, fantasma de vacaciones...Y esto era mi primer amor.
En la fuente de tus ojos viven las redes de los pescadores de la mar del extravío. En la fuente de tus ojos el mar cumple su promesa. Aquí arrojo yo, un corazón que se detuvo entre los hombres, mi ropa y el esplendor de un juramento: Más negro en lo negro, más desnudo voy. Sólo infidente soy fiel. Yo soy tú si yo soy yo.
En la poquita ropa de las cosas, habita la belleza básica, cansada del disimulo de su magnitud por culpa del exceso de las prendas
El respeto a sí mismo es el indumento más noble y el sentimiento más elevado que pueda caber en el ánimo humano.
Desprendeos del atavío de la vanagloria y quitaos la vestidura de la altivez.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
Eres el sol de los cielos de mi santidad; no dejes que la contaminación del mundo eclipse tu esplendor. Rasga el velo de la negligencia para que emerjas resplandeciente por detrás de las nubes y adornes todas las cosas con el atavío de la vida.
Desprendeos del atavío de la vanagloria y quitaos la vestidura de la altivez.
¿Qué espíritu es tan vacío y ciego que no puede reparar en el hecho de que el pie humano es más noble que el zapato y que la piel humana es más hermosa que la prenda con la que se cubre?
El puro beso del alegre niño que en torno de sus padres juguetea, prenda de amor, emblema del cariño en que el alma gozosa se recrea.
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
El eterno rival hará gala de su institución, de su nombre, de su historia, y luchará hasta el final, porque siempre ha sido así, y ha conseguido hacer de eso un gran virtud
Una mujer sin toilette es como un soldado sin uniforme.
En eso sí estuvo de acuerdo el señor Barriga; pero nos contó que también hay muchos otros que andan vestidos de traje y corbata, y que son los que más roban. Y nos explicó que estos rateros de traje y corbata se disfrazan a veces de cosas que los niños todavía no podemos comprender muy bien, pero que luego, cuando seamos adultos, los vamos a encontrar hasta en la sopa.
Le estaban preparando un traje a medida a Schiaretti y caí yo y se lo hice camiseta malla.