Ocho horas diarias de trabajo es suficiente para cualquier ser humano, y debe obtener suficiente para permitir un suministro de alimentos generoso, vestimenta y vivienda.
Toda su vestimenta era anticuada, pero la llevaba con tanta majestuosidad, que la hacía parecer eterna como la ropa de la realeza.
En la poquita ropa de las cosas, habita la belleza básica, cansada del disimulo de su magnitud por culpa del exceso de las prendas
El cielo se cansó de la soberbia y el lujo de China... Yo soy del norte bárbaro. Llevo la misma ropa y como los mismos alimentos que los pastores de vacas y caballos. Hacemos los mismos sacrificios y compartimos nuestras riquezas. Veo a la nación como a un niño recién nacido y me preocupo por mis soldados como si fueran mis hermanos
Eres el sol de los cielos de mi santidad; no dejes que la contaminación del mundo eclipse tu esplendor. Rasga el velo de la negligencia para que emerjas resplandeciente por detrás de las nubes y adornes todas las cosas con el atavío de la vida.
Desprendeos del atavío de la vanagloria y quitaos la vestidura de la altivez.
El respeto a sí mismo es el indumento más noble y el sentimiento más elevado que pueda caber en el ánimo humano.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
Desprendeos del atavío de la vanagloria y quitaos la vestidura de la altivez.
Es el cínico el que bajo la pretensión de decir la verdad en todas partes y en todos los tiempos y a todo hombre de igual manera, el que hace gala de la verdad como de una imagen muerta, de un ídolo. Dándose la aureola de fanático de la verdad, que no puede tener consideración de la debilidad humana, destruye la verdad viva entre los hombres.
El eterno rival hará gala de su institución, de su nombre, de su historia, y luchará hasta el final, porque siempre ha sido así, y ha conseguido hacer de eso un gran virtud
Bajo la dirección de Priest, los hippies formaron terrazas en la falda de la colina, desviaron un arroyo para disponer de agua de riego y plantaron un viñedo. El tremendo esfuerzo que tuvo que hacer el equipo los convirtió en un grupo fuertemente cohesionado y el vino los capacitó para vivir sin tener que servirse de la mendicidad.
Le registraré en la puerta para comprobar si trae hierba, estoy más tensa que el equipo de seguridad de un aeropuerto.