Hoy como entonces ante ti permanezco inmóvil, mar, mas no me creo digno ya de la solemne admonición de tu aliento.
Si yo expongo mi vulnerabilidad, a partir de ese momento no solo estoy libre de cualquier reproche o recriminación por su parte hacia mi carencia o defecto, sino que, además, soy percibido como un hombre valiente y congruente sin el peso de tener que ocultar algo incómodo.
Vuelvo a las películas que iba a ver cuando era chico. Hoy repaso todo aquello y me pongo a pensar cómo no se me ocurrió un gag así. Ese sentido de la imagen y de su pureza, se sostenía en algo fundamental en el humor: el poder de síntesis. Es la capacidad, como hacen los dibujantes, de contar toda una historia... En tres cuadritos. El gag es el módulo básico donde todo se asienta.
Tenemos con Nos a los jóvenes, caballeros generosos de los más puros y nobles ideales. Y está con Nos el alma de esta vieja Europa, que fue obra de la fe y del genio cristiano. Con Nos la Humanidad entera, que espera justicia, pan, libertad, y no el hierro que mata y destruye. Con Nos aquel Cristo, que del amor fraterno ha hecho Su mandamiento fundamental.
Para que el amor fraterno sea realmente verdadero, debe ser tal que el bien de uno sea para el bien de todos, y el mal de uno lo sientan todos