¿Pero qué era el humanismo? El amor de los hombres, nada más, y por eso mismo el humanismo no era otra cosa que una política, una actitud de sublevación contra todo lo que mancha y deshonra la idea del hombre.
Debemos enseñar que no es una deshonra fallar y que se debe aprender a fallar inteligentemente, ya que fallar es el arte más grande del mundo.