O no debo decir que quien vive correctamente no experimenta el problema como tristeza, es decir, como algo problemático, sino más bien como una alegría; por así decirlo, como un ligero éter en torno a su vida y no como un trasfondo dudoso.
El pensamiento tiene que ser duro de cabeza y ligero de pies.
He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, y, por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína
Hay algo triste de verdad en un camerino vacío. Es como la ropa interior de la que se ha decidido prescindir, a la que se parece en varios aspectos. Ha visto mucha actividad. Puede que incluso haya presenciado excitación y toda la gama de las pasiones humanas. Y ahora no queda gran cosa aparte de un tenue olor.
La experiencia es una tenue lámpara que sólo ilumina al que la lleva.
Los consejos son como la nieve; cuando más suave cae, más dura en el suelo y más se profundiza en la conciencia.
Podía verse el suave aliento húmedo, el aliento brillante y tranquilo que salía de las narinas trémulas extremadamente vivas y temblorosas de los caballos y yeguas en ciertas madrugadas frías.
Ya no es solo en el fulgurar de los astros, sino en la más insignificante hierbecilla, ¿No vemos por ventura a Dios si nos dedicamos a descubrirle con la luz de la inteligencia?
Perder con clase y vencer con osadía, por que el mundo pertenece a quien se atreve, y la vida es mucho más para ser insignificante
Entre lo que deseamos vivir y el intrascendente ajetreo en que sucede la mayor parte de la vida, se abre una cuña en el alma que separa al hombre de la felicidad como al exiliado de su tierra.
En el mundo plástico contemporáneo antes la histórica de un nuevo Renacimiento- la arquitectura y la pintura crean, pero sin encontrar aún el punto de su nueva coincidencia, dado el carácter incompleto e intrascendente de sus concepciones, sociales y estéticas, sobre funcionalidad.
No cabía duda, el mejor escritor era el que de un asunto baladí hacía una obra maestra, un objeto de arte perdurable.
Si lo dice de corazón, ¿por qué no abandona la vida? Está en su derecho, si lo ha meditado bien. Por el contrario, si se trata de una broma, se muestra frívolo en asuntos que no lo requieren.
No considero justo que la mitad de la humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.
Se si va avanti di questo passo, la guerra delle Falkland (o Malvine) finirà quando l'ultimo aereo argentino sarà abbattuto col suo carico di bombe sull'ultima nave inglese. E dire che questa lotta di leoni si svolge per un'isola di Pecore.
Administrad la justicia con ecuanimidad y rectitud y, si es necesario, con rigor y ejemplaridad. Pero cuando la naturaleza de las gentes y las cosas lo permitan, sed también misericordioso y benigno
Para el filósofo natural, no hay objeto natural poco importante o insignificante
Ningún ingeniero tiene la capacidad de producir un material que sea indistinguible de la piel humana. Es posible que se logre con el tiempo, pero aún en el supuesto de que existiese este invento, sabríamos lo poco importante que resulta tratar de hacer más humana a una máquina pensante cubriéndola con esta carne artificial
Luego íbamos a un café para leer de nuevo el libro y hablábamos de él sin parar, sin parar durante horas. Aquello era amor y a veces pensaba que, como en las películas, el amor era el único medio de traer un universo lejano hasta el nuestro.
La Anarquía es el punto luminoso y lejano hacia donde nos dirigimos por una intrincada serie de curvas descendentes y ascendentes. Aunque el punto luminoso fuese alejándose a medida que avanzáramos y aunque el establecimiento de una sociedad anárquica se redujera al sueño de un filántropo, nos quedaría la gran satisfacción de haber soñado. ¡Ojalá los hombres tuvieran siempre sueños tan hermosos!