Mi pequeña palomita, mi pequeña, toda linda, perlita mía, besadme: con la boca toda llena de amor, quitadme la pena de mi amoroso cuidado.
Una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja
Primero, creía que Zapatero se lo tomaba en serio. Después, pensé que no se enteraba. Y ahora pienso que tiene un morro monumental.
Sus pechos nadaron hacia mí como dos peces de morro rosado, y Brenda me permitió sostenerlos. Luego, en un instante, fue el sol quien nos besaba a ambos y ya estábamos fuera del agua, demasiado satisfechos mutuamente como para sonreír.
¡Qué fríos son, esos sabios! ¡Que el rayo caiga sobre sus alimentos para que su hocico aprenda a comer fuego!
En uno de los extremos del pueblo, de casas bajitas, un perro se quejaba del frío y de la soledad, y, levantando el hocico hacia su dios, le daba su elocuente opinión sobre el mundo tal como él lo veía.
Un valor esencial en una sociedad es la obediencia voluntaria de las normas. La sociedad que no lo reconoce está siempre al borde de la extinción.
Esto está cada vez peor, estamos al borde del caos, espero que alguien se atreva a decirlo... El caos, no hay otra palabra, yo por si acaso, se lo digo confidencialmente, he mandado a EEUU toda mi fortuna, lo poco que tengo, claro está... Por eso yo ni un peso coloco en el país.
La adición de sonido a las películas sería como ponerle lápiz labial a la Venus de Milo.