El más dulce e inofensivo camino de la vida conduce a través de las avenidas de la ciencia y del saber.
El estado no es más que el bozal que tiene por objeto volver inofensivo a ese animal carnicero, el hombre, y hacer de suerte que tenga el aspecto de un herbívoro.
¿Y qué es el error, y su sucedáneo, la mentira -prosiguió Zenón-, sino una especie de Caput Mortuum, una materia inerte sin la cual la verdad, harto volátil, no podría triturarse en los morteros humanos...?
Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad