En la conversación o cualquier otro coloquio sucede inevitablemente que el placer de unos y el aburrimiento de otros han de compensarse mutuamente; siendo mucha suerte poder mantener ese equilibrio.
La escuela no es deliberativa, no es el coloquio permanente. La escuela es la transmisión del saber, de las normas y de los valores, y en el primer lugar de todos, el del respeto. Quiero una escuela del respeto donde los alumnos se levanten cuando llega el profesor.
Mientras el destino asoma su perfil, el presente se debate con la muerte como quien se juega el todo por el todo, como una moneda puesta al viento
Yo no quiero reivindicar a Raúl porque no le hace falta. A mí no me tiene que demostrar nada. Él habla por sí solo. No estamos descubriendo a un pibe de 15 ó 16 años. Raúl es un genio. Lleva un nivel que ningún jugador soporta tantos años. No hay debate con Raúl. Yo, al menos, nunca dudé de él
Yo he encontrado en la literatura el refugio que no encontraba tan perfecto en el cine o en el café o en la tertulia o en el juego
Si la persona no consigue producir, pobre, va a ser profesor. Entonces es aquella angustia para saber si el investigador va a tener un nombre en la plaza o va a dar clases la vida entera y repetir lo que los otros hacen
En el amor es lo mismo que en la guerra; plaza que parlamenta está medio conquistada
Que en amigotes de los que hay agora Ni deuda ni mujer está segura.
Spielberg fracasó con su quinta película. Ágora es mi quinta película o sea que a mí ya me toca fracasar.
La Constitución es una norma de obligado cumplimiento y no una lista de sugerencias y cuando hay una sentencia del tribunal Constitucional compete acatarla a todos y no buscar mecanismos para intentar sortearla
Aposentad con firmeza la razón en su asiento, y convocad ante su tribunal cada hecho, cada opinión. Cuestionad con audacia incluso la existencia de Dios, porque si hubiera uno, ha de aprobar más el homenaje a la razón que al miedo ciego.
Julio. Nosotros llamamos Iglesia a los templos sagrados, a los sacerdotes y especialmente a la curia romana y en primer lugar a mí, que soy la cabeza de la Iglesia.
Julio. Algunos empezaban ya a estar asqueados de la curia romana. Iban pregonando que todo estaba manchado por doquier con ganancias vergonzosas, con placeres desorbitados y nefandos, con envenenamientos, con sacrilegios, asesinatos y tráfico simoníaco.