¿De qué sirve, joven, contar, si no es para borrar de la memoria todo lo que no sea el origen y el fin? Nada entre el origen y el fin, nada, una planicie, árida, la salina, entre él y yo, nada, la vastedad más inhóspita, entre el suicida y el sobreviviente.
¿Despues de tamaña barbaridad que se puede decir?
Lo que hice el año pasado es una grosería. Ganar 57 partidos seguidos en polvo de ladrillo, y 85 partidos de los 87 jugados, con 16 torneos ganados sobre 31, es una barbaridad que no voy a volver a repetir en mi carrera. Ni creo que en mucho tiempo alguien lo pueda igualar
Francia es quizá de todos los países el que más ha unido la crueldad con lo ridículo. No hay tribunal en Francia que no haya hecho quemar a muchos magos. Había en la antigua Roma locos que creían ser brujos, pero no encontraron bárbaros que los quemasen.
La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida
Algunos seres humanos se aferran con ferocidad a la vida, la abandonan, como decía Rousseau, de mala gana.
Se diría que el indio gozaba con esta vida de inquietud y peligro, que su naturaleza fuerte y bravía necesitaba de estas persecuciones violentas, en las que, mientras sus perseguidores desplegaban toda la habilidad de un cazador apasionado, él desplegaba toda la ferocidad del tigre y toda la astucia del zorro.
Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.
En Europa y todos los países llamados civilizados o civilizadores, la familia es un trozo de nación. (...) Un niño normal que se haya desarrollado en una familia normal, será finalmente un hombre normal. No existe desproporción entre la vida familiar y la nacional.
La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.
Buscar la felicidad es una monstruosidad que se paga
La monstruosidad fea y deformada de los extraterráqueos, es fantasía humana. ¡No existe!
Seguramente, el hombre es el rey de los animales, pues su brutalidad supera a la de éstos.
La brutalidad contra un animal es crueldad hacia la humanidad, lo único que cambia es la víctima.
La inmensidad de las nubes es celebración, no fugacidad.
Comprender es entender lo que ya no necesitamos perdonar, perdonar es comprender la inmensidad de la bondad, bondad es generosamente dar lo que sin límites guardamos en el corazón.
Y al lado del instinto de supervivencia, al lado de la fuerza hipnótica de las grandes ideas, trabaja también una tercera fuerza: el terror ante la violencia ilimitada de un Estado poderoso que utiliza el asesinato como medio cotidiano para gobernar.
El ejemplo se buscaba no sólo suscitando la conciencia de que la menor infracción corría el peligro de ser castigada, sino provocando un efecto de terror por el espectáculo del poder cayendo sobre el culpable.
El refrán que no viene a propósito, antes es disparate que sentencia.
Ahora a Gardel en vez de escucharlo, lo analizan. Es un disparate pedirle conciencia de clase, como es un disparate pedirle conciencia de clase a Cassius Clay o a Bonavena. El es un mito. Como Rockefeller, con la diferencia que éste no fue un cantor de éxito, que empezó de abajo, prosperó y se adaptó a su público. A un hombre que canta bien no se le pregunta si traiciona o no a su clase.
La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.