Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente.
La Providencia divina no es un desarreglo, una anomalía en el orden del mundo. Es el orden del mundo en sí. O, más bien, es el principio ordenador de este universo, extendido a través de toda una red subterránea de relaciones.
La irregularidad es un desafío, sabes. ¿Qué tan lejos podemos ir haciendo música irregular? Podemos ir hasta cuando un pequeño instante caiga en la periodicidad y luego se pierda en diferentes compases y ritmos.
Hay causas que son absolutamente uniformes y constantes en la producción de determinado efecto, y jamás se ha encontrado fracaso o irregularidad alguna en su operación.
¿No cree usted que tenemos para enseñar una enormidad de cosas en las que nosotros mismos no creemos?
No se puede ser libre e igual. ¿Por qué? Porque si hubiera una libertad absoluta entre todos los hombres la desigualdad sería monstruosa: no todos los hombres somos igualmente fuertes, no todos los hombres somos igualmente inteligentes, no todos los hombres somos igualmente aptos para muchas cosas. (...). De manera que la igualdad y la libertad son contradictorias como término
El verdadero hombre es la nación; el individuo es siempre un egoísta. Despojaos, pues, de esa individualidad que os aísla, de ese individualismo que no respira más que desigualdad egoísta y discorde y consagraos enteramente al verdadero hombre, a la nación, al estado.
El lujo está siempre en proporción con el desnivel de las fortunas.
La desmesura al madurar grana en la espiga del error, y la cosecha que se recoge sólo consiste en lágrimas