La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.
El horror pierde su espanto cuando se repite mucho.
Ganas fuerza, coraje y confianza por cada experiencia en la que realmente dejas de mirar al miedo a la cara. Te puedes decir a ti mismo,He sobrevivido a este horror y podré enfrentarme a cualquier cosa que venga. Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer
Cuando yo tomé la decisión de dejar el segundo año de Medicina, mi padre sintió que cometía una aberración al abandonar mi carrera para dedicarme a ser actor. Pero enfrenté con valentía la rigidez de su carácter. Yo sabía que el ser actor era tan noble, digno e importante como ser médico, y que tenía que prepararme. Me dediqué a estudiar y sigo estudiando.
El tedio puede escuchar todas las voces tentadoras, tiene camino para todos los extravíos, y no hay aberración que un momento dado no pueda servirle de espectáculo
Bueno, bueno, bueno; madre mía, qué barbaridad
Lo que hice el año pasado es una grosería. Ganar 57 partidos seguidos en polvo de ladrillo, y 85 partidos de los 87 jugados, con 16 torneos ganados sobre 31, es una barbaridad que no voy a volver a repetir en mi carrera. Ni creo que en mucho tiempo alguien lo pueda igualar
Lograremos la justicia como fruto de la solidaridad boliviana. Porque no ha de ser la justicia social engendro de odio y fruto de desunión nacional. Los comunistas de esta tierra, al ver que este pueblo se levanta libre y nacionalista, quisieran ponerlo en el potro de la lucha de clases, para descoyuntar como a Túpac Amaru el cuerpo de esta Patria que debe ser unida y fuerte.
El amor es demasiado joven para apreciar lo que es conciencia, y, sin embargo, todos saben que la conciencia es engendro del amor.
Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente.
La Providencia divina no es un desarreglo, una anomalía en el orden del mundo. Es el orden del mundo en sí. O, más bien, es el principio ordenador de este universo, extendido a través de toda una red subterránea de relaciones.
¿No cree usted que tenemos para enseñar una enormidad de cosas en las que nosotros mismos no creemos?
El individualista cree que la mínima realidad es la máxima realidad. El individualismo es una exageración minimalista
La exageración en los lamentos es un presagio de pronto olvido.
La habitual indiferencia de que alardeaban los detectives de homicidios quedaba superada por la emoción del momento. Me sorprendió su apasionamiento. No comprendía exactamente si aquella atrocidad por sí sola había conmovido sus sentimientos o si la naturaleza religiosa del ofensivo objeto contribuía a su reacción.