El Príncipe debe hacer uso del hombre y de la bestia: astuto como un zorro para evadir las trampas y fuerte como león para espantar a los lobos.
Los buenos escritores tienen estas dos cosas de común: prefieren ser comprendidos a ser admirados, y no escriben para el lector demasiado astuto y demasiado crítico.
Un castigo a la insolencia, cobardía, ataque artero y violencia que sectores tradicionales pusieron en campaña. ¿Por qué no haríamos nosotros las cosas humanamente?
El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.
Parece que el lugar insidioso fue de Natura para engaños hecho, ciego, inútil, oculto y temeroso, sólo para asechanzas de provecho, a un lado el monte es áspero y fragoso, y entre sus peñas va un camino estrecho, debajo un campo llano y apacible a las faldas se ve del monte horrible.
Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez.
Nadie puede ser esclavo y menos de señores, porque amará a uno y odiará al otro; además, fuera de Dios, cualquier otro es un impostor
Lo he dicho, yo no soy Presidente del Partido Socialista. Yo soy Presidente de la Unidad Popular. Tampoco soy el Presidente de todos los chilenos; no soy un hipócrita que lo dice, no, yo no soy el Presidente de todos los chilenos; otra cosa muy distinta es que respete a todos los chilenos y que las leyes se apliquen a todos los chilenos
Pero seria hipócrita el decir que yo soy el Presidente de todos los chilenos. No, hasta hay gente que quisiera que estuviese frito en aceite y soy chileno
A pesar del verdugón en el cuello y de los hombros crispados, pensé se ha dormido, ha fingido que se ahorcaba para intentar engañarme, y entonces me acerqué a él, le puse el pulgar en la frente y estaba fría y con manchas color de vino en la raíz del pelo, y las botas en el extremo de las piernas, margarida, se me figuraron vacías como los zapatos de los mendigos.
Un enemigo declarado puede causar mucho daño, pero un amigo fingido es peor.
Más traicionero que la política sólo la justicia. Por eso andan siempre juntas, de la mano.
Conozco los secretos del alma del paisaje, y sé lo que entristece, y sé lo que consuela, y el viento traicionero y el bárbaro oleaje conocen la invencible firmeza de mi vela.
Mi mente es incapaz de concebir una cosa como el alma. Puede que esté errado y que el hombre tenga un alma, pero yo simplemente no lo creo.
El mundo no es más que una apariencia, vana, una mera nada que lleva semejanza de realidad. No pongáis vuestros afectos en él. No rompáis el vínculo que os une con vuestro Creador y no seáis de aquellos que han errado y se han desviado de Sus caminos.
A los propios campesinos les corresponde tirar los ídolos y derribar los templos de las vírgenes mártires y los pórticos conmemorativos en honor de las viudas castas y fieles; es erróneo que otros lo hagan por ellos.
Si deseamos contar líneas de código, no deberíamos verlas como líneas producidas, sino como líneas gastadas: el sentido común actual es tan tonto como contabilizar esa cuenta del lado erróneo del balance
Ahora bien, el gran secreto del régimen monárquico y su máximo interés en mantener engañados a los hombres y en disfrazar, bajo el especioso nombre de religión, el miedo con el que se los quiere controlar, a fin de que luchen por su esclavitud, como si tratara de su salvación, y no consideren una ignominia, sino el máximo honor, dar su sangre y su alma para orgullo de un solo hombre.
Más rápido se coge al mentiroso que al cojo.
Soy una persona que me importa mucho lo que los demás piensen de mí. He cometido todos los pecados habidos y por haber, pero hace mucho tiempo que trato de que no me traten de mentiroso. Para que no me traten de mentiroso trato de decir la verdad. No puedo aceptar alegremente que me traten de mentiroso, y dar por entendido que no ha pasado nada. A mí Urrutia no me trató de mentiroso, el club me trató de mentiroso. Con Urrutia no tengo problemas, creo que es una buena persona de verdad, el club me trató de mentiroso y yo no puedo no fijar posición frente a eso.
No consigo recordar cómo pude llegar de la orilla hasta mar adentro... ¡Ah, sí, ya lo recuerdo! He muerto en el naufragio de tu barco de guerra traicionero y resucité al tercer día en el psiquiátrico, absurdo invento...
Conozco los secretos del alma del paisaje, y sé lo que entristece, y sé lo que consuela, y el viento traicionero y el bárbaro oleaje conocen la invencible firmeza de mi vela.