Una mujer debe insinuar siempre, jamás asegurar. Os repito estas admoniciones, tesoros míos, para que obtengáis éxito y riquezas y seáis siempre divertidas y seductoras.
Lo que en un momento dado se llamó teatro del absurdo -terminología ya pasada de moda, totalmente- no era más que una aproximación poética y humorística a las cosas. De hecho, jamás me habría atrevido -en teatro y en otras áreas- a insinuar o a decir cosas si no es a través del humor.
La música es inapreciable como medio supremo de provocar el entusiasmo, como fuerza que nos arrastra hacia adelante, cuando encuentra el espíritu preparado para sus efectos.
Dice hecatón: te descubriré un modo de provocar el amor sin filtro mágico, sin hierbas, sin ensalmos de hechicera: si quieres ser amado, ama.
Absolutamente. Me sentaba en la esquina de la clase y veía como las personas interactúaban entre sí. Yo veia a los chicos flirtear con las chicas cool y veía charlas entre mejores amigos, y me iba a casa y escribía sobre ello. Si escuchas mis discos, es como si leyeras mi diario.