Me da un ataque de histeria: ¿Por qué hay que esconder a mi marido? ¿Quién es? ¿Un asesino? ¿Un criminal? ¿Un preso común? ¿A quién enterramos?. Mamá me dice: Calma, calma, hija mía. Y me acaricia la cabeza, me toma de la mano. El coronel informa por la radio: Solicito permiso para dirigirme al cementerio. A la esposa le ha dado un ataque de histeria...
Con motivo de la jubilación forzoza del franquista antivasco Tomás Caballero Pastor y como celebración extraordinaria, solicito se me proporcione por demandadero:
Arrepentimientos, he tenido unos pocos, pero igualmente muy pocos como para mencionarlos. Hice lo que debía hacer, y lo hice sin exenciones. Planeé cada programa de acción, cada paso cuidadoso a lo largo del camino. Y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera
Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces.
¡Duerme! Mientras se despierte del alba con el lucero el vigilante tropero que repita tu cantar, y que de bosque en laguna, en el repente o la hierra, se alce por toda esta, tierra como un coro popular.
El sueño permite, sostiene, retiene y saca a luz una extrema fineza de sentimientos morales, a veces incluso metafísicos, el sentido más sutil de las relaciones humanas, de las diferencias refinadas, un sabor de alta civilización, en resumen, una lógica consciente, articulada con una delicadeza inaudita que sólo un vigilante trabajo podría conseguir.
La Corona me instituye en custodio de los intereses de todos.
Cuando recibo a los políticos, algunos vienen bien, con buena intención y compartiendo la visión de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero otros llegan solo para buscar lazos políticos. Mi respuesta siempre es la misma: la segunda obligación que tienen es dialogar entre ellos. La primera es el custodio de la soberanía de la Nación, de la Patria.
Un entrenador no es mejor por sus resultados ni por su estilo, modelo o identidad. Lo que tiene valor es la hondura del proyecto, los argumentos que lo sostienen, el desarrollo de la idea. No hay que juzgar la idea, sino el sustento. Yo puedo valorar proyectos antagónicos. Lo que nunca se puede hacer es sustituir las convicciones.
Para imponerse, el entrenador debe tener buenos conocimientos e inspirar confianza. No puede convertirse en un verdugo, ese error suele pagarse caro porque los grandes equipos, como las grandes empresas, se construyen con unidad y respeto mutuo, no con un látigo