Tigre, tigre, fuego deslumbrante en las selvas de la noche ¿qué mano inmortal, qué ojo pudo trazar tu terrible simetría?
Golpeó una puerta, y, en la plaza de la aldea, el niño hizo girar sus brazos, comprendido por las veletas y los gallos de los campanarios de todas partes, bajo el deslumbrante chubasco.
Plata fina y reluciente y oro puro si los hay... En el alma de la gente, de Argentina y Uruguay. No nos separa el río, no nos separará...
Eres tan diferente a todos los elfos que conozco...Me di cuenta enseguida, la noche en que nos conocimos. Hay...Algo extraño en ti, algo fascinante que me atrae y que hace que los demás sean espantosamente aburridos comparados contigo.
... la inhumanidad del hombre para el hombre ha sido inspirada por el amor a la crueldad como crueldad, a su horrible y fascinante naturaleza.
Podía verse el suave aliento húmedo, el aliento brillante y tranquilo que salía de las narinas trémulas extremadamente vivas y temblorosas de los caballos y yeguas en ciertas madrugadas frías.
Cuando sale la luna creciente, a las cuatro o las cinco de la tarde, presenta una luz brillante y alegre como de plata; en cambio, después de media noche es apagada, triste y siniestra. Es una verdadera luna de noche de brujas.
Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
De la sangre ha salido muchas veces la hermosa libertad risueña y fulgurante