Los héroes pasan por nuestro lado sin que reparemos en ellos. Se sientan en la terraza de un bar, se sujetan a la barra del metro o hacen la cola en la oficina del paro, como tantos.
La plataforma cliente-servidor está completamente superada.
España está situada magistralmente en el centro del mundo, desgraciadamente es así(...). Sin la aniquilación de las hordas rojas(...). España sovietizada hubiese supuesto una cuña entre las naciones del arco latino, Rusia y el resto de Europa, una plataforma para el marxismo en África y la total asimilación de la América Hispana.
La tensión se aflojó poco a poco. Ella tomó entre sus manos la oscura cabeza de su amigo y lo miró. Sonrieron aliviados, divertidos, temblorosos, seguros de que no intentarían una aventura fugaz porque estaban hechos para compartir la existencia en su totalidad y emprender juntos la audacia de amarse para siempre.
¡Camina, venga, no mires hacia atrás ni hacia adelante; pica piedras como un peón, con la cabeza gacha, latiéndote el corazón siempre, siempre!
El que mejor tiraba caños era el coco Rosl. Un día fui a su casa y me tiró un caño con una tortuga.
El del corpiño rojo va dando lecciones de moral y es la persona más amoral de España. Ese que cree que está casado con Cocó Chanel.
La alegría consiste en tener salud y la mollera vacía.
La paz duradera es más que la intervención de los cascos azules en el campo. El mantenimiento efectivo de la paz exige una noción más amplia de la seguridad humana. No podemos estar seguros rodeados por el hambre, no podemos construir la paz sin aliviar la pobreza, no podemos construir la libertad sobre cimientos de injusticia.
¿Qué sería de Alemania sin cerveza? Pregúntale a la cebada y al lúpulo y ellos te contarán la historia de Alemania. La cerveza es la madre de sus teorías enrevesadas y acres, como arenque ahumado, y de su militarismo férreo, militarismo frío, rudo, mastodónico, geófago, que ve la gloria a través de las usinas y de los cascos guerreros.
Por eso a veces en el casco hago pogos con gogos. Soy el filólogo; Micrófonos con mono drogo. ¡Coño! Con tonos monocromos yo
No me lo creo. Que al despegar tu puño de sus caras no sientas tú el dolor. Que al quitarte el casco no te ciegue la luz del Sol. Que al volver a tu casa te quede corazón suficiente, como para besar a tu mujer, como hacen las personas. Como si fueras de los nuestros.
Creo que escribiré una novela policiaca a la inglesa, sobre el portero Jones y dos hermanas ancianas en esa cabaña de techo a dos aguas, algo que tenga latín y música y muebles de época y un caballero auténtico; uno de esos libros en los que todos salen a dar largas caminatas.
Bajo un mismo techo durmieron las cortesanas, la luna y el trébol.