Un hombre joven que no es un socialista no ha conseguido un corazón; un viejo hombre que es un socialista no ha conseguido una cabeza.
Tu llegada allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino.
La amistad vieja es como el vino viejo, que cuanto más añejo más fuerte es.
...he envejecido (una fatalidad que, a veces, pienso ocurrió a mis espaldas)...
A lo largo de la juventud pensamos amar, pero sólo cuando hemos envejecido en compañía de otro conocemos la fuerza del amor.
Digo que mi dolor es el dolor de todos y que no sé qué hacer con tanta pena. Reunido junto a mí, están las cosas de la vida. Ofrezco mi corazón a cambio de lo que te suceda. ¡Tú! Que estás ahora tan distante de mí, que no sabes quién soy, que quizás no comprendas lo que hay en mi canto.
Paz no es sólo una meta distante que buscamos, sino un medio por el cual llegamos a esa meta
El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados, sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo; y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.
Soy una persona que me importa mucho lo que los demás piensen de mí. He cometido todos los pecados habidos y por haber, pero hace mucho tiempo que trato de que no me traten de mentiroso. Para que no me traten de mentiroso trato de decir la verdad. No puedo aceptar alegremente que me traten de mentiroso, y dar por entendido que no ha pasado nada. A mí Urrutia no me trató de mentiroso, el club me trató de mentiroso. Con Urrutia no tengo problemas, creo que es una buena persona de verdad, el club me trató de mentiroso y yo no puedo no fijar posición frente a eso.
No puede negarse que el capitalismo fue un régimen creador, pero así en pretérito perfecto y no en presente. El ansia de lucro y la conquista de mercados internacionales favorecieron las invenciones mecánicas, crearon necesidades nuevas que hicieron presión en el ambiente económico de la época hasta influir en el rumbo que habían de seguir la ciencia y la técnica.
La infancia no existe para los niños, en cambio, para los adultos la infancia es ese país pretérito que un día perdimos y que inútilmente queremos recuperar habitándolo con recuerdos difusos o que no existen y que por lo general no son más que sombras de otros sueños.
El aumento del número de personas que se aglutinan en un único grupo cultural, en conjunción con el perfeccionamiento de los medios tecnológicos para manipular a la opinión pública, conducen a una uniformización de las opiniones que no ha existido en ningún momento anterior de la historia de la humanidad.
Cada niño que viene al mundo es más hermoso que el anterior
Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia.
No podemos aceptar que un viejo y obsoleto imperio como el británico pretenda tener posesiones coloniales en Suramérica, pero además convertirlas en puestos para la militarización del continente.
...el espíritu cientifico es un espíritu que necesita volar, cansado de comer flores y tirar frutas, decide impartir un nuevo modo obsoleto de pensar... (Gaston Bachelard Volviendo a mi viejo barrio).
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna
Esas nueve décimas partes del cerebro sí que son utilizadas. Y una de sus funciones es hacer que lo milagroso parezca corriente y convertir lo desusado en usual.
Las instituciones de la república hoy avasalladas por este régimen kirchnerista encabezado por la presidenta Cristina y sus secuaces, que, medrando con la sangre de los otrora mal llamados jóvenes idealistas, continúan hundiendo a la patria en el abismo anacrónico del marxismo
Todos tenemos algún antepasado imbécil. Todos, en algún momento de nuestras vidas, encontramos el rastro, las huellas vacilantes del más pelmazo de nuestros antepasado, y al mirar ese rostro huidizo nos damos cuenta, con estupor, con incredulidad, con horror, de que estamos contemplando nuestra propia cara que nos hace guiños y muecas amistosas desde el fondo de un pozo.
A mí, lo más impresionante de todo lo que me ha ocurrido, lo más hondo, me pasó a oscuras dentro de la prohibida caverna de Altamira. Es el que he sentido como el lugar más enigmático. Ahí, a solas, comprendí lo que es el misterio auténtico, el más allá, la herencia ancestral que todos llevamos dentro.
Si se ven obligados a actuar en el espíritu de esa dignidad, en el momento en el que vengan a la corte a juzgar las causas públicas, deben recordar que con el báculo y el cargo cada uno de ustedes recibe la confianza del ancestral orgullo de Atenas.
Vivo enraizado con mi país. Pero quizás por mi devoción a San Martín, Bolívar, Sucre y Artigas a veces sufro más como latinoamericano que como argentino, a pesar de estar machimbrado con mi tierra.
La raíz zamorana, la raíz bolivariana y la raíz robinsoniana: tres raíces de un mismo tronco y un árbol enraizado en el pensamiento nacional; ideología que impulsa el nuevo y verdadero bolivarianismo.
Fui elegido porque era el único veterano entre los candidatos, y si mi hermano Joe no hubiera muerto, él habría sido el miembro del Congreso.
La falta de éxitos en el trabajo puede provocar pesimismo y depresión, en tanto que los éxitos pueden engendrar arrogancia y altanería. Un camarada que tenga corta historia de lucha puede con ese pretexto eludir responsabilidades, y un veterano puede considerarse infalible por su lago pasado de lucha.
¿Quiere un canto anticuado y sentimental en el que no creo, y que resulta absurdo en estos días ilustrados y sofisticados? Yo no soy un párroco, mi querida señora, lleno de consoladores tópicos y suaves aforismos. Soy un profesor, un líder, un guía para mi congregación. ¿Acaso espera que la tranquilice con alguna historia evangélica, o que invoque a algún dios tribal?
Era un barco de antigua escuela, más bien pequeño si acaso, todo él con un anticuado aire de patas de garra. Curtido y atezado por el clima, entre los ciclones y las calmas de los cuatro océanos...
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos
Un anciano cumplió noventa y ocho años. Ganó la lotería y murió al día siguiente. Fue mosca negra en tu vaso de Chardonnay. Es el indulto a una pena de muerte que llegó dos minutos muy tarde. ¿No es irónico, no lo crees? (Ironic - 1995).
(... ) ¿Sería que una muchacha profundamente dormida, que no dijera nada ni oyera nada, lo oía todo y lo decía todo a un anciano que, para una mujer, había dejado de ser hombre?
Mis rasgos marcados me han beneficiado. Yo, dentro del grupo tengo algo muy clásico y eso es algo que siempre funciona, puede estar más o menos de moda, pero la demanda lo pide. Hay otras bellezas que aparecen más por modas
Un clásico es alguien a quien todo el mundo querría haber leído pero que nadie quiere leer.
Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.
Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo.
El remordimiento crónico y en ello están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable.