,es necesario conceder a los hombres la libertad de juicio y gobernarlos de tal suerte que, aunque piensen abiertamente cosas distintintas y opuestas, vivan en paz.
Cuando las cosas van mal, nos critican; cuando las cosas salen muy bien, también. Yo siempre tengo la suerte de que se la agarren conmigo, porque así mis compañeros viven en paz.