Yo no veo nada más contrario al arte que el concepto. Porque el concepto es una cosa cerrada. Y el arte es todo lo contrario. Arte conceptual es como un contrasentido.
Siempre he cocinado con el objetivo de aportar algo técnico y conceptual a la cocina y de emocionar a los clientes.
Si un contemplativo se echa al agua, no probará a nadar, tratará primero de comprender el agua. Y se ahogará.